LA ERA DE LA LUZ
1938 fue el punto seminal para
el mundo de los superhéroes, y no es ninguna casualidad. A un año vista del
inicio de la Segunda Guerra Mundial, Superman fue el pionero de un género que,
aún en sus épocas más oscuras a mediados de los 50, logró sobreponerse para recuperar
su libertad perdida para, sin que importase que sean Marvel, DC o alguna otra
editorial, convertirse en un rayo de luz que combatiese a las tinieblas. Y no
deja de ser fascinante como su aparición coincide con uno de los momentos más
oscuros en la historia de la humanidad, desde la amenaza de Hitler a Vietnam y
otros conflictos a escala global como la Guerra Fría, que pusieron a la raza
humana en la picota en su oscurantismo. Partiendo de los cómics y dando luego
el consiguiente salto al cine, la ingente cantidad de héroes con poderes
especiales que han llegado al gran público es inédita en los anales de la
historia, convirtiéndose en símbolo representativo de la Era de la Luz, en la
que su presencia en el inconsciente colectivo se convierte en inspiración para
combatir al mal que, cada día, se las apaña para provocar tiroteos en escuelas,
sangrientos actos terroristas a escala internacional, el intento de dividir
países en función de la raza, credo o ideología política y hasta asesinatos en
el ámbito de lo doméstico por parte de personas que lo único que no deberían es
sesgar la vida de quien decían o afirmaban querer. Frente a tanta oscuridad,
por incoherente o alocado que pueda aparecer, surge el héroe que, desde la
ficción y el entretenimiento en superproducciones millonarias, ofrece no solo
espectáculo a base de peleas y efectos especiales, si no también el mensaje
subliminal de que cuanto más fuerte es el intento de la oscuridad por asfixiar
la luz, más fuerte se empeña ésta en brillar para derrotarla al precio que sea.
Porque en la Era de la Luz, nada mejor que un héroe de ficción para inspirar a
los de la vida real.
Nº De Serie: NC/TCM/00740. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Domingo, 3 de diciembre de 2017.
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