CUANDO LA PALABRA ES UN ARMA
Los intentos de Louise Banks e
Ian Donnelly por establecer una comunicación con una raza alienígena, exitosos
al principio, se cortan de golpe cuando, en una de sus charlas con ellos, éstos
mencionan “arma” y automáticamente los militares, sacando a relucir su
paranoia, creen erróneamente que son hostiles o que sus intenciones distan de
ser bondadosas. Solo más adelante, durante la última charla con ellos, Louise
consigue entender a que se referían dichos aliens acerca del arma y de lo que
se podía hacer con ella, poniendo sobre la mesa una idea tan novedosa que
trastoca las coordenadas conocidas. Porque si de algo va La Llegada [Denis
Villeneuve, 2016], no es tanto de alienígenas y visitas de otros mundos, si no
del problema de la comunicación y de la noción que se tiene del lenguaje
hablado o escrito. Siendo el lenguaje alien el arma en si misma, que concede
unas capacidades que ni el mismísimo H.G. Wells hubiera imaginado en uno de sus
más lúcidos delirios, Villeneuve se permite el lujo de coger uno de los logros
más importantes de la historia de la raza humana como es el lenguaje articulado
para, como si fuese un reloj de arena, darle la vuelta y replantearlo desde
otra perspectiva destruyendo lo conocido para construir lo desconocido y
adentrarse en él. Vital en la película al punto de que es la pieza clave que
explica su visita a la Tierra, el lenguaje alien se convierte en el primero que
pasa de ser un simple juego de símbolos como los de Alien Nación [Graham Baker,
1988] o los jeroglíficos de Stargate: Puerta a las Estrellas [Roland Emmerich,
1994] para sentar las bases de que un idioma diferente a todo habido o por
haber en la Tierra transforma la percepción mental de quien lo utiliza. Por
eso, no es de extrañar que la pobre de Louise ponga cara de alucinada cuando
Costello, aparte de decir que «Abott está en proceso de morir», revela a qué
arma se refería y cuál es su poder.
Nº De Serie: NC/TCM/00701. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Miércoles, 25 de octubre de 2017.
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