UNA CUESTIÓN DE PANTALONES
Por más que muchas feministas
del mundo digan que buscan un mundo igual entre hombres y mujeres, en el fondo
del corazón de muchas de ellas no late el deseo de la igualdad si no el de un
revanchismo histórico en busca de una sociedad matriarcal, que vendría a ser lo
mismo que una sociedad patriarcal salvo por que el poder lo ostentaría
totalitariamente la mujer, con el hombre convertido no en agresor si no en
agredido. Pero en una sociedad en verdad igualitaria, ni hombres ni mujeres
ostentarían el poder de manera exclusiva e individual, si no en conjunto, como
una “Sociedad de Consenso”. Algo que el cine, muchas veces, ha llevado tanto en
drama como en comedia para poner y exponer sobre la mesa lo que es la tan
eterna guerra de sexos. Especie de debate interminable sobre quien lleva o no
los pantalones en el hogar, dichas películas buscan sin dar con una respuesta
que pueda satisfacer del todo a las dos partes. De comedias como Míos, Tuyos,
Nuestros [Raja Gosnell, 2005] y Baby, tú Vales Mucho [Charles Shyer, 1987] a
dramas como Los Archivos del Pentágono [Steven Spielberg, 2017] y Armas de
Mujer [Mike Nichols, 1988], la situación de la mujer a lo largo de la historia
fue la de una sumisión absoluta por el ferviente deseo del hombre de tener un
poder absoluto. Un poder que poco a poco se ha ido perdiendo desde la era
retratada en Sufragistas [Sarah Gavron, 2015] y posteriormente con La Mujer del
Año [George Stevens, 1942] y tantas otras, iniciando un proceso de igualdad con
mucho por recorrer pero con mucho que cambiar incluso en detalles tan sencillos
como una Katharine Hepburn que rompió moldes y desató escándalos al ser la
primera mujer en el cine que se puso pantalones, reseñando de forma sutil que
las cosas estaban a punto de cambiar. Y sobretodo que la igualdad no puede ni
debe pasar por un revanchismo histórico que busque agresión en vez de
reconciliación.
Nº De Serie: NC/TCM/00762. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 25 de diciembre de 2017.
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