ESTA CASA TIENE MUCHOS CORAZONES
Esta frase, mencionada por una críptica Tangina Barrons en Poltergeist [Tobe Hooper, 1982], es la que tal vez mejor define uno de los términos más usados dentro del cine de terror y al mismo tiempo de los más inquietantes: la casa encantada. Ese lugar a veces moderno y de apariencia encantadora, como en Terror en Amityville [Stuart Rosenberg, 1979] o las más de las veces vetusto y hasta amenazador como en La Caída de la Casa Usher [Roger Corman, 1960] o en La Leyenda de la Mansión del Infierno [John Hough, 1973], adquiere vida a raíz de un hecho luctuoso (o varios), y no solo adquiere vida si no una maligna intencionalidad hacia sus habitantes. De la perturbadora La Casa Encantada [Robert Wise, 1963] a su infame remake The Haunting (La Guarida) [Jan De Bont, 1999], pasando por dos las versiones de House on Haunted Hill [William Castle, 1959/William Malone, 1999], a las escalofriante sagas de Indisidous y de Expediente Warren, sin olvidar clásicos en blanco y negro como El Caserón de las Sombras [James Whale, 1932], no existe escenario más angustioso para el espectador que un lugar que en inicio se diseña para la felicidad y la vida en familia, pero que debido a una impregnación por un crimen cometido, se convierte en algo tanto o más lúgubre que el propio crimen, transformando habitaciones y pasillos en verdaderas ratoneras prestas a espantar a quien en ellas deambula. Ya se trate de mansiones deslustradas como en Al Final de la Escalera [Peter Medak, 1980] o de casitas de urbanización al estilo de la saga de Paranormal Activity, pasando por preciosas casas antiguas como en House, una Casa Alucinante [Steve Miner, 1985] y hasta de última tecnología como en 13 Fantasmas [Steve Beck, 2001], las casas encantadas son una irresistible atracción. Incluso en sitios tan perturbadores como La Mujer de Negro [James Watkins, 2012] y tan bucólicos como El Resplandor [Stanley Kubrick, 1980].
Nº De Serie: NC/TCM/00489. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 17 de abril de 2017.
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