CELEBGATE: LA OBSESIÓN POR LA IMAGEN
En un Hollywood acostumbrado a
escándalos, lo ocurrido en 2014 superó con creces las expectativas de cualquier
lío que nadie pudiera organizar. Llamado Celebgate por la prensa y The
Fappening por otro sector de la población, la filtración de decenas de videos e
imágenes de alto contenido sexual que eran protagonizadas por algunas de las
actrices más reconocidas y famosas fue un auténtico latigazo que demostró dos
tristes realidades: que una sola persona con un ordenador podía ser más
intrusivo que la NSA y la CIA trabajando codo con codo, y que entre los ricos y
famosos las perversiones y los videos subidos de tono estaban a la orden del
día, algo que dejó al aire una duda posterior: “¿es que las grandes actrices de
Hollywood no son conscientes del interés y el morbo que suscitan en medio mundo
y parte del otro medio?”. En un mundo globalizado y en donde las páginas webs
porno proliferan más rápido que las patatas, con parejas de la calle grabándose
mientras tienen relaciones, no es de extrañar que los más famosos (o, en este
caso, las más famosas) también sucumban a tal vicio. Y precisamente es donde
reside el problema, tanto para los famosos como para los no-famosos: en la
obsesión por la imagen, en una extraña manía de filmar lo más íntimo como dando
eroticofestivo testimonio de que ellas allí estuvieron para hacer lo que
hicieron. Un sinsentido que ha convertido a las cuatro paredes del dormitorio
en otro plató de rodaje más, ausente y despojado de lo que la palabra “intimidad”
significa e implica, y a cientos de famosas en unas improvisadas actrices del
género más lúdico en lo que a diversiones carnales se refiere. Porque en un
mundo que se ha creado la consigna de «si no está grabado es que no ha pasado»,
hasta las relaciones sexuales son presa de una cámara. Incluso entre actrices
que parecen no ser conscientes del morbo que suscitan en medio mundo y parte
del otro medio.
Nº De Serie: NC/TCM/00437. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Domingo, 26 de febrero de 2017.
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