“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Marcas Comerciales y Cine: Negocio Redondo

MARCAS COMERCIALES Y CINE: NEGOCIO REDONDO


 Una persona se conecta a su ordenador. Tanto si es portátil como si es uno de sobremesa, la cámara conseguirá que de alguna manera, el logotipo del que ha creado el ordenador aparezca en pantalla. Lo mismo ocurre con quien va a subirse a un coche o a un camión, o incluso quien va a una tienda a pillar un electrodoméstico o un traje nuevo. Y es que pocas cosas más lucrativas a nivel de reclamo para una marca comercial que permitir a una película que la publicite exhibiendo sus productos, siempre de forma sutil y nunca abierta, a fin de que no parezca muy evidente. Pero es innegable que las empresas y el cine guardan desde hace muchísimo tiempo una estrecha vinculación que ha dado frutos de toda clase. Un ejemplo facilito se encuentra en el legendario Delorean de la saga Regreso al Futuro [Robert Zemeckis, 1985, 1989 y 1990], que fácilmente aumentó mucho sus ventas aunque solo se tratase de presumir ante los demás de ir montado en el mismo coche que Marty McFly. ¿Y acaso no pasaría lo mismo con el mágnum 44 que Clint Eastwood usó durante Harry el Sucio [Don Siegel, 1971], en que clientes ávidos de emular a su héroe irían a una tienda de armas buscando una idéntica a la de él?. Incluso en algo tan en apariencia anodino como una chaqueta con un escorpión amarillo dibujado en la espalda, que era la que llevaba Ryan Gosling en Drive [Nicolas Winding Refn, 2011], rápidamente fue perseguida por coleccionistas de cine y los que buscaban sentirse como Driver. Precisamente por eso y otras cosas, nada es más rentable para una empresa que verse en una película y sentarse con toda comodidad a esperar que el negocio despegue. Y si no, que se lo digan a Tom Cruise y Risky Business [Paul Brickman, 1983]: pocas veces las gafas Ray-Ban gozaron de tanta popularidad a lo largo de su historia como cuando el bueno de Joel Goodsen las convirtió en las favoritas de toda la década de los 80.

 Nº De Serie: NC/TCM/00413. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Viernes, 3 de febrero de 2017.

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