NO SON COMO NOSOTROS
Ricos contra pobres. Ateos
contra creyentes. Blancos contra negros (y demás colores étnicos). Americanos
contra europeos...y la lista sigue infinitamente, perdiéndose en el vasto y
remoto horizonte de los sinsentidos históricos. En la incapacidad de aceptarnos
unos a otros como una única especie con muchas subdivisiones, la humanidad ha
tenido a bien matarse entre si por las razones más diversas que puedan
encontrarse. Un sentimiento de autoaniquilación al que no le faltan exponentes
cinematográficos, desde el cine bélico a otros no tan guerrilleros pero sí
igual de escabrosos, que reflejan los odios y pasiones de una intolerancia
incapaz de aceptar el mundo tal como es, y que busca librarse de lo que
considera “un error” (o algo peor) y que sin eso el mundo sería mucho mejor.
Mezcla de odio con miedo y unos cuantos recelos de por medio, dicha combinación
hace que películas sobre racismo y desigualdad, de Arde Mississippi [Alan
Parker, 1988] a Figuras Ocultas [Theodore Melfi, 2016] y un muy abultado número
de ellas, adquieran una especial relevancia en su abierta denuncia en pos de la
igualdad tanto sexual como étnica, que mujer y hombre son tan iguales entre si
como los anglosajones de los hindúes o de los esquimales. Diferentes en la
forma pero no el fondo, el argumento de “no son como nosotros” es siempre el
gran eslogan usado para estigmatizar, por parte de un grupo, a otro al que
tachan de indeseable y que consideran debería de desaparecer. Así, como por
arte de magia. Una insensatez del tamaño del sol, que no hace si no
cuestionarse si dichos odios son parte intrínseca de la raza humana o solo son
el arma invisible de la llamada “clase alta” o gobiernos de acto para que la
población esté entretenida y no cuestione ni les moleste en sus poltronas donde
se sienten amos del universo. Porque esos que cultivan el odio y las divisiones
sí puede decirse que “no son como nosotros”.
Nº De Serie: NC/TCM/00461. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 20 de marzo de 2017.
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