PROMOCIÓN, PROMOCIÓN Y PROMOCIÓN
Que a Hollywood le interesa el
dinero y hacer caja es algo que está más que sabido por la gente de a pie. Lo
que no queda tan claro es si le interesan del mismo modo las personas, o solo
son unos meros objetos con los que juntar millones en sus cajas fuertes. Y es
que, tal como Agustín Jiménez comentaba tiempo atrás sobre el mito del macho
ibérico, al que solo le interesa una sola cosa al sentarse en un bar (hacerlo
con las piernas abiertas, para así hacer lo que él llamaba “promoción,
promoción y promoción”), lo de la publicidad y la promoción es una técnica que
en la Meca del Cine se eleva a la categoría de arte. Desde niños prodigios a
franquicias de superhéroes en una época como películas del oeste o de terror en
otra, aquello de ‘meter por el ojo’ algo casi a presión al público puede a
veces no ser muy buena idea, sobretodo cuando el precio, más que monetario, es
personal. Convertir a personas en poco más que máquinas de recaudar billetes
suele tener nocivos efectos secundarios, y ejemplos no faltan: los fallidos
intentos de Britney Spears, Christina Aguilera y Mariah Carey por hacerse hueco
como actrices; las infancias destrozadas de Lindsay Lohan, Macaulay Culkin o
Amanda Bynes; fracasos que sepultan a sus directores como Russell Mulcahy,
Stephen Norrington y Roger Christian y así un largo etc. sirven como botón de
muestra de que, como reza el dicho, “no es oro todo lo que reluce”. Fiascos
como Los Inmortales II: El Desafío [1999], La Liga de los Hombres
Extraordinarios [2003] y Campo de Batalla: La Tierra [2000], o la dura
adolescencia de las gemelas Olsen reflejan una industria que de humano tiene
más bien poco, así como los innumerables problemas de un mundo donde el ego y
la imagen son la norma imperante. Porque queda claro que a Hollywood le interesa
y mucho promocionar a sus nuevas estrellas. Lo que no queda tan claro es si le
interesan del mismo modo las personas.
Nº De Serie: NC/TCM/00424. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 13 de febrero de 2017.
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