AMOR MAL ENTENDIDO
Recibe muchos nombres según a
quién se pregunte por ello. El principal de ellos, “celos”. Pero también el de
“obsesión”, “acoso”, “rabia”...y todo ello se puede aglutinar en tres palabras:
amor mal entendido. No la persona que recibe esas atenciones hacia quien se las
da, obviamente, si no de la propia persona que las está dando. Incapaces de
entender el concepto de “amor es libertad” o el de “para amar a alguien tienes
que dejarlo libre”, los obsesivos del amor se convierten en poco menos que en
unos depredadores enfermizos que agobian y asfixian a la persona,
bombardeándola con sus sentimientos de forma sistemática en la errónea creencia
de que eso es demostrar su interés y su preocupación por él/ella (según el
caso). Una constante sobre todo en el cine de sobremesa de televisión cualquier
fin de semana, donde lo más fácil es encontrar casos de novios hipercelosos,
maridos maltratadotes, relaciones viciadas por las obsesiones de un/a hacia la
otra persona, y así un muy grande abanico de posibilidades donde, extrañamente,
existe un elemento común: la incapacidad de la persona amada, al principio,
para detectar el peligro que se le presenta, intentando minimizarlo y quitarle
importancia, en la errónea creencia de que “no es para tanto” o “ya se le
pasará”. Un hecho que por desgracia la realidad, no solo el cine, se encarga de
refutar por la más cruda y sangrante de las vías, demostrando una y otra vez
que esa condescendencia no solo es equivocada, si no también altamente
peligrosa. De ahí que el cine, y especialmente las películas para TV que se
emiten cualquier fin de semana, exploten dicha realidad no solo como
entretenimiento, si no como una forma de aviso y prevención frente a personas
frágiles, desequilibradas o peor aún, obsesionadas con un ideal del amor que la
otra persona jamás podrá cumplir. Y por desgracia, eso lleva a un final que
ojalá solo pasase en las películas.
Nº De Serie: NC/TCM/00457. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Viernes, 17 de marzo de 2017.
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