“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Unas Pocas Palabras

UNAS POCAS PALABRAS...


 ...son todo lo que deben usarse si lo que se quiere es que una película tenga una amplia cobertura a nivel mundial, yendo a su núcleo y buscando dejar en el inconsciente una idea que permita fácilmente pensar en ella. Y es que el marketing del cine, inexistente hasta la llegada de Tiburón [Steven Spielberg, 1975] y posteriormente de la primera película de Star Wars en 1977 cambió a ojo del espectador las reglas del juego, donde ya no valía con la calidad y el carisma de directores y/o actores, si no que si la frase era lo bastante buena y bonita para infiltrarse en la memoria, entonces gran parte del éxito estaba más que asegurado. Eso pese a que, en un acto de pereza innovadora, una sola frase pudiera ser usada más de una vez, al estilo de “En el espacio nadie puede oír tus gritos”, que promocionó Alien, el Octavo Pasajero [Ridley Scott, 1979] y que otras películas como Horizonte Final [Paul W.S. Anderson, 1997] se han valido de ella para captar espectadores. Gigantescos carteles con unas líneas de texto o a veces una sola palabra conforman el intrincado y a veces curioso mundillo de la publicidad cinematográfica, que cada año se devana la mollera con la intención de encontrar esa quiniela perfecta que permita a su producción de turno ganar a todas las demás no solo al ser la más taquillera si no la más conocida. Como muy bien apuntaba Gabriel Byrne en aquel genial Satán al que interpretó en El Fin de los Días [Peter Hyams, 1999], «Dios es el mayor chapucero de la historia. Tenía un buen publicista, eso es todo». Y ese es precisamente el meollo de la cuestión: evitando largos discursos como los de la Biblia, promocionar una película de la forma más sencilla, espectacular y escueta posible, en una alocada búsqueda del éxito aunque la película no esté a la altura de las expectativas que su eslogan pueda generar. Incluso si ello implica cometer un claro y evidente acto de pereza innovadora.

 Nº De Serie: NC/TCM/00450. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Viernes, 10 de marzo de 2017.

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