UN INSTINTO CENSURABLE
Gran parte de la serie Ley &
Orden: Unidad de Víctimas Especiales [1999] se centra, de forma metódica y a
veces con una precisión hiriente, en el mundo de uno de los instintos más
censurables de la humanidad, en el que los niños se llevan la peor parte. Un
impulso que también la gran pantalla ha tratado en otras películas como
Múltiple [M. Night Shyamalan, 2017], Juegos Secretos [Todd Field, 2006] o La Ofensa [Sydney Lumet,
1973], entre otras, buscando de alguna manera acercarse a una actitud y a una
realidad que la sociedad rechaza y condena de forma sistemática, pero que por
desgracia es tan vieja como la propia humanidad, y que ha caminado en paralelo
a la raza humana desde los tiempos del antiguo Egipto (donde abuelos desposaban
a sus nietas por aquello de preservar la pureza de la sangre real), pasando por
la antigua Roma y la realeza de la Edad Media (curiosamente, usando el mismo
pretexto del antiguo Egipto, y en ambos casos logrando justo todo lo contrario
debido a la endogamia), hasta llegar a los reinos de mundo informático y el acoso
en redes sociales y a través de dispositivos móviles. A veces retratándolos
como verdaderos monstruos sin alma, y otras como personas que solo sufren de un
deseo que rechazan sistemáticamente pero que a la vez no pueden controlar,
tanto el pedófilo que siente dichos deseos pero que de ahí no pasa, como el
pederasta que es quien finalmente los lleva a cabo, son rechazados sociales que
viven con un dedo constantemente señalando en su dirección, dentro de una
sociedad que poco sabe de comprensiones y mucho de marginar a todo el que no
encaje en el canon de la época. Una intolerancia que de poco vale a la hora de
tratar un tema tan difícil, sobretodo para evitar que dichos abusos sean
cometidos y prevenir males futuros. Especialmente teniendo en cuenta que el
impulso hacia los niños es tan viejo como la propia raza humana.
Nº De Serie: NC/TCM/00430. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Domingo, 19 de febrero de 2017.
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