“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

El Placer de la Destrucción

EL PLACER DE LA DESTRUCCIÓN


 Coge cualquier película de acción de esas adrenalíticas, especialmente las de Michael Bay, y empieza a contar cuantas explosiones aparecen en ella. Y es que tal vez no haya elemento más característico de dicho cine que una buena explosión como mandan los cánones: ruidosa, enorme y por encima de todo muy espectacular para asombrar a la audiencia. Desde coches a edificios y de naves espaciales a planetas enteros, hay un elemento entre morboso y de un irrefrenable y oscuro placer (y los de Hollywood lo saben a las mil maravillas) el ver como algo estalla por los aires y queda reducido a cenizas. Y no faltan explosiones célebres: el planeta Alderaán en la primera película de Star Wars allá por 1977; un chino con una flecha explosiva en Rambo: Acorralado Parte II [George Pan Cosmatos, 1986]; la enorme nave nodriza de Independence Day [Roland Emmerich, 1996]...y la lista se pierde entre los grandes momentos de fuego y humo y los no tan grandes pero igualmente llamativos. A sabiendas de que es ficción, el cine brinda la oportunidad al espectador de liberarse de si mismo y, despojarse de su condición de formalidad y buenas maneras, para darle una vía de escape que le deje soltar la agresividad y frustraciones que lleva por dentro, disfrutando de lo lindo mientras el héroe de turno se carga a todos los malos mediante tiros, persecuciones y como no, reventándolos por los aires a base de explosiones ruidosas y muy pirotécnicas. Una forma muy inocua de violencia, pero a la vez muy efectiva, con la que sacar adrenalina y permitirle al retorcido lado perverso del hombre disfrutar como un enano. A fin de cuentas, las explosiones están para precisamente para eso: dar mucho juego y disfrutar de ese placer de la destrucción que anida en el ser humano. Un placer que encuentra su punto más álgido cuantas más explosiones haya en la historia de la película. Especialmente en las de Michael Bay.

 Nº De Serie: NC/TCM/00469. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Martes, 28 de marzo de 2017.

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