RICHARD HATCH, UN APOLO DE OTRO MUNDO
Como otros tantos actores cuya
fama quedó ligada a un personaje, la carrera de Richard Hatch no se puede negar
que fuese variada, en las cuatro décadas en que estuvo implicado en cine y TV.
El problema es que tampoco se puede negar que, más allá de la serie que le
impulso a la fama, su carrera fue más bien discreta, lastrando siempre a su
personaje y a una época al punto que, cuando esta fue relanzada en 2004, volvió
a ella para enlazar generaciones y demostrar que aún quedaba algo que aportarle
al show business. Invitado de un solo capítulo en muchas series y secundarios
en otras, la pantalla grande no fue tan grande para él, puesto que en su mayor
parte, las películas donde se le requería fueron de serie B y nunca de gran
envergadura, en un estilo de Prisioneros del Universo Perdido [Terry Marcel,
1983], Línea Mortal [William Webb, 1988] (sin relación con la que
protagonizaron Kiefer Sutherland y Julia Roberts) o El Fantasma, Muerte
Silenciosa [Douglas Jackson, 2001]. Pero, y al igual que otros tantos actores
cuya fama se quedó ligada a un solo personaje, fue su actuación del piloto
espacial Apolo en Galáctica, Estrella de Combate [1978], como hijo del
Comandante Adama que luchaba contra los malévolos y robóticos cylones, lo que
le convirtió en el icono de una generación y en una referencia de aquellos
cósmicos años 70, siendo su personaje, irónicamente, el nombre de un dios que a
él mismo en aquel tiempo lo convirtieron en otro tipo de dios (de la TV, más
exactamente). Un dios que ya disfruta del Olimpo celestial reservado para
aquellos que, aunque fuese brevemente, alcanzaron la grandeza y tocaron el
cielo con los dedos de las manos. Y a pesar de que el cáncer de páncreas se ha
encargado de arrebatarle de la Tierra con 71 años, a buen seguro que Apolo ahora
surca las estrellas siderales. Esas mismas que se encargaron de convertirle en
ícono y emblema de una generación.
Nº De Serie: NC/TCM/00418. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Martes, 8 de febrero de 2017.
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