Vista En: Gnula.nu, viernes 12 de enero de 2018.
Título Original: Bartok the Magnificent.
Directores: Don Bluth y Gary Goldman.
Guión: Jay Lacopo. Género: Animación.
Música: Stephen Flaherty. Dirección Artística: Rob Nason y Kenneth Valentine Slevin.
Productora: Fox Animation Studios. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1999. Duración: 68 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Hank Azaria
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Bártok
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Kelsey Grammer
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Zozi
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Andrea Martin
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Baba Yaga
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Catherine O’Hara
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Ludmilla
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Tim Curry
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La Calavera
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Jennifer Tilly
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Piloff
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Phillip Van Dyke
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Ivan
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Diedrich Bader
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Vol
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Bártok es un murciélago albino que va de un
pueblo a otro como artista circense. Después de una función en Moscú que
divierte al joven zar Iván, su institutriz Ludmilla le pide ayuda para que
encuentre a Iván después que este fuese raptado por la temible bruja Baba Yaga.
Ayudado por su fiel amigo Zozi, Bártok viaja al bosque para encararse con la
bruja.
Crítica: Cinta enviada directamente a video que en
realidad es una precuela de Anastasia [Bluth y Goldman, 1997], en la que todo
el protagonismo cae en los pequeños hombros de quien era el cómico esbirro del
pérfido Rasputín, y cuya trama se sitúa en la infancia del padre de la misma
Anastasia, un par de décadas atrás, para hilar una trama altamente predecible
pero que también es de lo más divertida (Bártok, un auténtico pequeñajo pero
que es todo un bocazas de imparable verborrea al igual que Zozi, el oso más
educado y más amante de las obras clásicas jamás visto, un gentleman de lo más
peludo; los encuentros de ambos con una calavera parlante apasionada de los
acertijos, con el 3D por ordenador mezclándose con la animación tradicional: correcto
y cómico, sin más). Evitando saturar demasiado su escasa hora de duración con
exceso de canciones, aunque alguna contiene, y con un libreto en el que hay
algún que otro guiño oculto a otros clásicos animados, Bártok el Magnífico no
es si no una simple explotación de un personaje ya de por si estrafalario, que
consigue unos nada deficientes 15 minutos de fama (Baba Yaga, una versión en
ruso, cambiando lo suficiente el trazo, de aquella emblemática y alocada Madam
Mim de Merlín el Encantador [Wolfgang Reitherman, 1963]; Piloff, un personaje
que poco o nada le aporta a la trama, puesta para cubrir metraje: lo que
precisamente hizo Bártok en el film de Anastasia; Ludmilla, a la que solo le
falta una flecha de neón apuntando hacia ella: ¿pero tan difícil era el
disimularlo aunque solo fuese una pizca?). Pasatiempo sin mayores alicientes
que hacer reír y con un conjunto final de lo más agradable, la puesta de largo
del albino volador carece de misterio pero no de sustancia, con algún punto
conseguido (Ludmilla y una pócima; el cameo de Rasputín). Una pequeñez del todo
consciente de su condición. Y que por eso resulta tan encantadora.
La Puntilla: Entre osos shakesperianos, calaveras
parlantes y brujas un tanto locas, lo de Bártok como héroe hasta parece
creíble.
Mi
Valoración
★★★★★
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