Publicado El: Domingo, 28-Feb-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000422.
Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 27 de
febrero de 2016.
Título Original: Brooklyn.
Director: John Crowley.
Guión: Nick Hornby, basada en la novela homónima de
Colm Tóibín, publicada en 2009. Género: Drama.
Música: Michael Brook. Fotografía: Yves Bélanger.
Decorados: Suzanne Cloutier, Jenny Oman y Louise Tremblay. Vestuario: Odile Dicks-Mireaux.
Productoras: Parallel Film Productions, Item 7, Irish Film Board y Wildgaze Films. Presupuesto: ±11.000.000 $.
Productoras: Parallel Film Productions, Item 7, Irish Film Board y Wildgaze Films. Presupuesto: ±11.000.000 $.
Países: Irlanda, Reino Unido y Canadá. Año: 2015. Duración: 111 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Saoirse Ronan
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Eilis Lacey
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Emory Cohen
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Tony Fiorello
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Domhnall Gleeson
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Jim Farrell
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Fiona Glascott
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Rose Lacey
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Jane Brennan
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Mary Lacey
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Jim Broadbent
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Padre Flood
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Julie Walters
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Sra. Keogh
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Emily Bett Rickards
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Patty
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Maeve McGrath
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Mary
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Eileen O’Higgins
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Nancy
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Eve Macklin
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Diana
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Nora-Jane Noone
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Sheila
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En los años 50, Eilis es una joven irlandesa
que sueña con vivir en América. Gracias a su hermana logra irse a Brooklyn,
donde trabaja y se enamora de un chico, Tony. Pero al morir su hermana ella
vuelve a ocuparse de su madre, conociendo además a otro chico, Jim. Esto
provocará en Eilis la duda de si quedarse en su pueblo natal o volverse a Nueva
York.
Crítica: Drama de época que sirve a su vez como
retrato de la emigración de irlandeses a América en busca de un futuro mejor,
plasmado de una preciosa y extraordinaria Saoirse Ronan, llamando a las puertas
de una brillantísima madurez cinematográfica para llevar por si sola el peso de
un relato con más de una lectura (Dolores, una deslenguada Jenn Murray que
clava a ese tipo de chica que busca un chico del que vivir de él; el regreso de
Eilis a Irlanda, con un montón de gente intentando convencerla de que se quede
allí). Aportando unos ajustados toques cómicos y haciendo un acto de contención
para narrar una historia de amor a la antigua, el vestuario de Odile
Dicks-Mireaux, que en todo momento destaca por ser de una calidad sublime,
sirve como remate de un trabajo con la sobriedad como marca de fábrica,
centrando el guión en un reparto en el que cada actuación es poco menos que
fenomenal (Tony, o un Emory Cohen emotivo y encantador por igual; las comidas
en la pensión de la Sra. Keogh, con Julie Walters en su vena más socarrona).
Bien llevada en los aspectos técnicos como la música o su fotografía, merece
especial distinción un omnipresente Domhnall Gleeson como algunos pasajes del
guión en los que la historia central deja huecos para cierta denuncia
histórica, haciendo más completo su metraje (Eilis y el padre Flood en un
comedor social, un instante en el que se revela una realidad tapada por el velo
del tiempo; Jim Farrell, o Gleeson muy secundario pero igualmente sólido). En
su conjunto, la película de Crowley es una sensacional muestra de cine a la
vieja usanza, una trama en la que pasado y futuro tropiezan más de una vez
(Eilis, dudando sin parar entre regresar o seguir en América) y cuyo final le
confiere el toque especial de las historias bien pensadas y ejecutadas,
erigiéndose como una producción valiosa y apasionante. Un ejercicio con
aprobado matrícula de honor.
La Puntilla: Que obsesión tenemos los humanos de dudar
entre el deber y la felicidad. ¿Es que el deber de ser felices no cuenta para
nada?.
Mi
Valoración
★★★★★
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