Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 25 de junio
de 2016.
Título Original: Finding Dory.
Director: Andrew Stanton y Angus MacLane.
Guión: Andrew Stanton y Victoria Strouse, con
escritura adicional de Angus MacLane y Bob Peterson, basado en una historia
original de Andrew Stanton. Género: Animación.
Música: Thoman Newman. Dirección Artística: Don Shank.
Productoras: Pixar Animation Studios y Walt Disney
Pictures.
Presupuesto: ±200.000.000 $.
País: USA. Año: 2016. Duración: 103 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Ellen DeGeneres
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Dory
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Albert Brooks
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Marlin
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Hayden Rolence
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Nemo
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Ed O’Neill
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Hank
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Kaitlin Olson
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Destiny
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Ty Burrell
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Bailey
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Diane Keaton
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Jenny
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Eugene Levy
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Charlie
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Sloane Murray
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Joven Dory
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Idris Elba
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Fluke
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Dominic West
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Rudder
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Bob Peterson
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Maestro Raya
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Gracias a la ayuda de sus amigos Dory
consigue acordarse de sus padres, convenciendo a Marlin y Nemo para que viaje
con ella a rescatarlos. Pero cuando Nemo resulta herido, Marlin se enfada con
Dory, perdiéndose en el océano y causando que Nemo y Marlin intenten dar con
ella mientras Dory viaja rumbo a California, donde ella cree que encontrará a
sus padres.
Crítica: Tardía secuela de Buscando a Nemo [Stanton y
Lee Unkrich, 2003] la cual recupera a todos los personajes de la original,
incorporando otros nuevos que sirven para renovar su universo y de paso robar
la atención, a veces muy descaradamente (Hank, un pulpo de siete tentáculos con
tantas malas pulgas como personalidad; los dos leones marinos, secundarios pero
divertidos en sus locuras; la versión juvenil de la propia Dory, diseñada de
tal manera que es imposible no encariñarse con ella). Cambiando su trama al
mezclar de forma intermitente presente y pasado, esto simplifica parcialmente
su guión pero al mismo tiempo arroja momentos que se les ve concebidos para
tocar la fibra más sensible y tierna, en tanto el acabado de su diseño por
ordenador da una buena muestra de la evolución en materia de efectos entre
ambas películas (Dory, llegando a ‘Mar Abierto’; los distintos flashbacks en
donde Dory está con sus padres, de una emoción rayana en lo empalagoso; Hank,
haciendo uso de sus capacidades camaleónicas para camuflarse con el entorno o
el instante en que, en plano subjetivo, la cámara se transforma en el ecolocalizador
de Bailey). Marcando distancia respecto a la primera entrega y con una escena
después de los créditos finales que en parte hace reír y en parte da mucho en
que pensar, lo cierto es que Buscando a Dory conserva el encanto, aunque no el
efecto sorpresa, de su predecesora, aglutinando escenas tremendamente
divertidas en su planteamiento (Marlin y Nemo, pidiendo ayuda a Becky, una
pájaro colimbo con pintas de no estar muy bien de la cabeza; todo su tercio
final, un compendio de despropósitos en continuo aumento). Si bien le pesa el
recuerdo la anterior, Stanton y MacLane hacen una expansión del universo
acuático de Disney tan entretenida como cabría esperar, dejando el listón tan
alto como debía. El mar en su versión más acuáticamente aventurera.
La Puntilla: Lo de Dory es de locos: a veces lo recuerda todo y otras veces no se acuerda ni a punta de pistola. ¿Alguien dijo “memoria
pez”?.
Mi
Valoración
★★★★★
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