Vista En: Cines Cinebox (Corvera), sábado 26 de marzo
de 2005.
Título Original: Blade: Trinity.
d+ Director: David S. Goyer.
Guión: David S. Goyer, basado en el personaje creado
en 1973 por Gene Colen y Marv Wolfman. Género: Acción.
Música: Ramin Djawadi y RZA. Fotografía: Gabriel Beristain.
Decorados: Tedd Kuchera y Jamie Jonasson. Vestuario: Laura Jean Shannon.
Productoras: New Line Cinema, Shawn Danielle Productions
Ltd., Amen Ra Films, Marvel Enterprises, Peter Frankfurt Productions e Imaginary
Forces.
Presupuesto: ±65.000.000 $.
País: USA. Año: 2004. Duración: 113 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Wesley Snipes
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Blade
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Kris Kristofferson
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Abraham Whistler
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Dominic Purcell
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Drake
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Jessica Biel
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Abigail Whistler
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Ryan Reynolds
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Hannibal King
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Parker Posey
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Danica Talos
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Mark Berry
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Jefe Martin Vreede
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John Michael Higgins
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Dr. Edgar Vance
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Callum Keith Rennie
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Asher Talos
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Triple H
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Jarko Grimwood
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Paul Anthony
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Wolfe
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Françoise Yip
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Virago
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Después de sufrir un ataque en su guarida, de
perder a Whistler y de asesinar a un humano pensando que es un vampiro, Blade
se encuentra entre la lista de los más buscados del FBI. Salvado por un grupo
especial que es liderado por Abigail, la hija de Whistler, Blade debe luchar
contra Danica Talos y su grupo, que han resucitado al primer vampiro: Drácula.
Crítica: Goyer, guionista de las tres aventuras del
cazavampiros, acomete su segunda película después de la dramática Zig Zag
[2002], reincidiendo en su vertiente cómica a pesar de los intentos de
equilibrar la balanza en su parte dramática, pasando por momentos absurdos y
demenciales y sacándose de la manga a un villano al que da vida un soso aunque
de sobrada presencia física como Dominic Purcell, el John Doe de la serie
homónima [2002] y prota de la serie Prison Break [2004] (Drake, visitando una tienda
de vampiros, solo para encontrarse que su leyenda son utilizados hasta para
crear vibradores; Ryan Reynolds, haciendo de Hannibal King un pesado de tomo y
lomo que está todo el tiempo gastando gracietas sin gracia; la muerte de
Whistler, que deja un amargo desazón: ¿tanto rollo con él en la primera y
segunda parte para que le den el pasaporte de ese modo?). Desmelenada y
olvidándose de todo rigor en escenas que parecen una versión vampírica de La
Momia [Stephen Sommers, 1999], toda la película en si deja una constante
sensación de fatiga crónica permanente, cuya fórmula parece agotarse a pasos
agigantados, salvada por una aguerrida y preciosa Jessica Biel y una Parker
Posey que, como el Deacon Frost de la primera parte, se nota que disfruta mucho
en su papel de villana (Talos y los demás, encontrando la tumba de Drake; éste,
hablando con Blade en una azotea, mencionando a Bram Stoker alegremente como si
tal cosa; el instante loquísimo de Hannibal King peleando contra...un perro
vampiro: ¿en qué rayos pensaban para insertar semejante memez?). Blade: Trinity
es, por definición, uno de esos ejemplos claros de terceras partes
defenestradas por si mismas y su imposibilidad de mantener a flote un barco que
se hunde. Una película endeble, carente de garra y cuyo epílogo mete un giro
narrativo que, en vez de encumbrarla, la hunde en la miseria. La hunde a base
de bien.
La Puntilla: Esto es lo que pasa cuando, en vez de tener
una historia, todo lo que hay son ganas de hacer taquilla: una porquería de
película.
Mi
Valoración
★★★★★
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