Vista En: AXN, miércoles 1 de abril de 2015.
Título Original: Trespass.
Director: Joel Schumacher.
Guión: Karl Gadjusek. Género: Intriga.
Música: David Buckley. Fotografía: Andrzej Bartkowiak.
Decorados: Kristin Bicksler. Vestuario: Judianna Makovsky.
Productoras: Millennium Films, Nu Image / Millennium
Films, Winkler Films, Saturn Films, Joel Schumacher Productions, Trespass
Productions y Nu Boyana Film Studios. Presupuesto: ±35.000.000 $.
Países: USA y Bulgaria. Año: 2011. Duración: 91 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Nicolas Cage
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Kyle Miller
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Nicole Kidman
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Sarah Miller
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Ben Mendelsohn
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Elias
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Liana Liberato
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Avery Miller
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Cam Gigandet
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Jonah
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Jordana Spiro
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Petal
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Dash Mihok
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Ty
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Emily Meade
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Kendra
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Nico Tortorella
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Jake
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Brandon Belknap
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Dylan
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Terry Milam
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Travis
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Tina Parker
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Operadora de seguridad
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Kyle Miller, un agente inmobiliario de éxito
al lado de su esposa Sarah y su hija Avery, ve como su vida cambia radicalmente
la noche en que un grupo de ladrones entran con intención de robarla. Lo que
empieza como un simple atraco deriva en unas consecuencias imprevistas por la
sospecha de Kyle de que uno de los ladrones es en realidad el amante de su
mujer.
Crítica: Dos actores caídos en desgracia como Nicolas
Cage y Nicole Kidman son los protagonistas de un thriller de bajos vuelos al
que el guión no le hace más que flacos favores en su excesivo enrevesamiento,
tomando/copiando el argumento de La Habitación del Pánico [David Fincher,
2002], aunque sin ésta de por medio, convirtiendo hora y media de duración en
un titánico déjà vu de escenas repetidas hasta la saciedad, recurriendo a todos
los clichés de los que dispone en un intento de hacer llevadero lo que a la
postre es una cinta insoportable (Elias y Jonah, demostrando por enésima vez
que la sombra de La Soga [Alfred Hitchcock, 1948] es alargadísima: ¿cuando
dejarán de poner a un criminal loco y a otro más centrado como si solo hubiera
esos dos modos de ser?; el flashback de Sarah, en el que se aparece insinuante
a un jovencito Jonah en busca de echar una cana al aire; Ty, un matón de
manual, al que da vida un Dash Mihok que acaba siendo tan estereotipado como
todo lo demás). Reduciendo toda la trama a un único escenario (la propia casa),
el director de películas como Un Día de Furia [1992] y Batman & Robin
[1997] ofrece más su cara estilo 97 que 92, intentando meter un golpe de efecto
que en principio parece creíble pero que al final se revela como imposible
(Kyle, negándose a abrir la caja fuerte sabiendo que de hacerlo él y su familia
serán asesinados sin miramiento alguno; la discusión entre Elias y Jonah acerca
de éste último, entreviendo que algo dentro de Jonah no está tan bien como
debería estarlo; las motivaciones de los ladrones, cambiando con el paso de la
película). Un trabajo hecho con manifiesta desgana pese a sus intentos por
disimularlo, sin destacar nada en su fotografía ni mucho menos en la música,
cuyo final solo hace de liar todavía más la madeja, dejando para la posteridad
un film muy aparatoso, para el que la palabra “desastre”, simplemente, se queda
corta.
La Puntilla: El cine no son matemáticas. Juntar dos
negativos nunca dará de resultado un positivo. Por veces que lo intentes.
Mi
Valoración
★★★★★
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