Vista En: Cines Odeón (Corvera), domingo 9 de julio de
2017.
Título Original: Baby Driver.
Director: Edgar Wright.
Guión: Edgar Wright. Género: Acción.
Música: Steven Price. Fotografía: Bill Pope.
Decorados: Lance Totten. Vestuario: Courtney Hoffman.
Productoras: Working Title Films, Big Talk Productions,
Double Negative, TriStar Pictures y Media Rights Capital. Presupuesto: ±34.000.000 $.
Países: Reino Unido y USA. Año: 2017. Duración: 112 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Ansel Elgort
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Baby
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Lily James
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Debora
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Kevin Spacey
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Doc
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Jamie Foxx
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Loco
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Jon Hamm
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Buddy
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Jon Bernthal
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Griff
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Eiza González
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Darling
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CJ Jones
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Joseph
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Flea
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Eddie
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Lanny Joon
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JD
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Sky Ferreira
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Madre de Baby
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Ansel Elgort
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Baby
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Baby es un experto conductor de fugas que
trabaja para Doc, un importante jefe criminal de Atlanta. Cuando conoce a
Debora, una simpática camarera, y se plantea fugarse de la ciudad con ella, Doc
le ordena un último trabajo antes de dejarlo. Pero se verá en serios problemas
debido a Loco, un violento y psicópata criminal que no acaba de fiarse del todo
de él.
Crítica: Vibrante y estilosa película surgida de la
mente del mismo que creó Zombie Party [2004] y Bienvenidos al Fin del Mundo
[2013] cuya premisa y su posterior desarrollo la convierten en una joya con
mayúsculas gracias tanto a la planificación y ejecución como a unas escenas de
trepidantes a la altura de sus personajes encabezados por un Kevin Spacey
inmenso y brillante al delirio (Engort, sacando toda la juventud, la rebeldía y
encanto para poner a todo el público femenino suspirando: no solo sabe que es
su momento y lo aprovecha al milímetro, si no que su química con Lily James es
perfecta; Foxx y Hamm, el primero gozando de la vida en su desquiciado papel y
el segundo sacándose de encima a su Don Draper de Mad Men [2007] de un solo
plumazo: en ambos casos, un lujo brutal; las persecuciones en coche, sin
digitalismos ni pantalla verde, recuperando la vieja escuela de la realidad por
todo lo alto). Genial en detalles como una onmipresente banda sonora de grandes
canciones y las formas en que estas marcan tanto la acción como incluso los
movimientos de los personajes y con una fotografía que hace de Atlanta en un
personaje más, Baby Driver es un muy necesario soplo de aire fresco en un
Hollywood repleto de cansinos y repetitivos remakes y reboots en todos los
aspectos (la relación de Baby con Joseph, su anciano padre adoptivo, divertida
y emotiva a partes iguales; el momento el que Baby obedece a Loco para
“moverse”, haciéndolo con resultados espectaculares e inesperados; la visita a
una oficina postal de Baby, acompañado por un insólito cómplice: con diferencia
el momento más surrealista de todos). Enérgica en sus persecuciones y dramática
cuando toca serlo (los flashbacks de Baby, explicando muchas cosas), lo que
Edgar Wright consigue es una de esas películas clásico moderno por derecho
propio desde su mismo estreno. Y todo el tercio y clímax final, eso es todavía
mejor.
La Puntilla: Ni robots transformables ni momias caducas ni
superhéroes con traumas a cuestas. Así es como se hace auténtico cine.
Mi
Valoración
★★★★★
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