“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Un Puñetero Peñasco Negro

UN PUÑETERO PEÑASCO NEGRO


 «Son las proporciones: 1x4x9, perfectas incluso si se llevan a la tabla de seis decimales». Con esta frase definían en 2010, Odisea Dos [Peter Hyams, 1984], a un puñetero peñasco negro que ha hecho verter ríos de tinta, nacido para el cine y para la historia de la humanidad en 2001: Una Odisea del Espacio [Stanley Kubrick, 1968]. Estrella de la tetralogía escrita por Arthur C. Clarke completada con 2061: Odisea Tres y 3001: Odisea Final y publicadas en 1968, 1982, 1987 y 1997, el hermetismo y el secretismo sobre el monolito, su origen y último propósito no solo hicieron que la ciencia ficción alcanzase su punto de madurez creativa tras años de invasiones extraterrestres de toda índole al estilo de La Tierra Contra los Platillos Volantes [Fred F. Sears, 1956], aunque ya habían dejado alguna que otra perla de interés como los Krell de Planeta Prohibido [Fred M. Wilcox, 1956]. Extraterrestre y con poder para coger a un mono y darle inteligencia e instinto para de él hacer surgir la raza humana, el monolito se convierte en la película en mucho más de lo que parece a simple vista. No por su forma de proyectar a Dave Bowman a través del universo en un viaje estroboscópico y alucinógeno y hacer de él algo muy diferente, si no por sugerir, de manera abierta a todo el mundo, la idea de que la humanidad tuviese ayuda a la hora de dar el salto evolutivo, poniéndose en contra de los creacionistas más férreos y reaccionarios. De que, si bien dichos alienígenas no crearon al hombre, sí estimularon su conciencia para darle raciocinio y la capacidad de procesar ideas complejas más allá de procrear y alimentarse. Y es que, tomando el pulso al enigma del “eslabón perdido”, Kubrick dio en el clavo para fabular sobre el origen de la humanidad: con un puñetero peñasco negro envuelto para siempre en el hermetismo y el secretismo.

 Nº De Serie: NC/TCM/00556. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 15 de junio de 2017.

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