“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Un Indigno Primer Lugar

UN INDIGNO PRIMER LUGAR


 En un mundo en blanco y negro en el que se vestían trajes elegantes y lasas mujeres tenían la calidad de ser pérfidas pero irresistibles, ser duro equivalía a mirar fija e intensamente al rival y desenfundar el arma antes que él. Era ser capaz de aguantar una paliza sin perder la compostura o iniciar un tiroteo o una venganza cruenta sin apenas despeinarse. Porque en ese entonces, ya fuese El Enemigo Público [William A. Wellman, 1931], El Bosque Petrificado [Archie Mayo, 1936] o Los Violentos Años Veinte [Raoul Walsh, 1939], si había algún músculo importante a utilizar ese era el cerebro, y los puños ocupaban un digno segundo lugar. Pero conforme el cine iba cambiando, la perspectiva e idea que el mundo fue teniendo del tipo duro también fue cambiando. Algo que provocó que, a partir de una época muy concreta, y sobretodo gracias a la llegada de cierto personaje, el público demandase más puños que cerebro. A fin de cuentas, no todos los días un Mister Olimpia y Mister Universo como Arnold Schwarzenegger decide meterse al cine para ser estrella de acción. Y desde entonces, para el mundo en general un tipo duro es un musculitos que tiene el suficiente cerebro para ser letal, y para repartir patadas y puñetazos con la facilidad con la que otros respiran. De Chuck Norris y Steven Seagal a Jean-Claude Van Damme y algunos más de su quinta como Dolph Lundgren, el duro de Hollywood se dejo el traje en casa para ensuciarse y lucir desaliñado y maloliente a base de peleas y de meterse en situaciones explosivas, desde moles de épocas fantásticas y veteranos de la Guerra de Vietnam a policías expeditivos. Y los puños pasaron de ocupar un indigno primer lugar, dejando al cerebro vagueando en casa. Pero por más secuencias de acción que hagan, ninguno de ellos posee ese don que tenían James Cagney o Humphrey Bogart, capaces de demostrar con una mirada fija e intensa lo duros que eran.

 Nº De Serie: NC/TCM/00564. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 22 de junio de 2017.

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