LA SONRISA DE CAREY MAHONEY
En una época tan fiestera y
divertida como fueron los años 80, era evidente que el cine tenía que reflejar
esa mentalidad distendida, especialmente para alejarse de las negruras de unos
años 70 marcados por la Guerra de Vietnam y el escándalo Watergate que sacó a
un presidente de la Casa Blanca. Y como ejemplo de dicha nueva manera de
pensar, surge un simpático buscavidas y amante de las bromas al que un pequeño
problema laboral le acaba metiendo a cadete. Y es que el Carey Mahoney al que
Steve Guttenberg dio vida en las cuatro primeras películas de la saga Loca
Academia de Policía se convirtió en un icono de la comedia como también de la
moralidad relajada y juvenil que pasaba de problemas y que solo quería pasarlo
bien. Juerguista empedernido aplicando muy a su manera la ley, y gustoso de
“ajusticiar” al Capitán Harris o al Teniente/Comandante Mauser de las formas
más humillantes posibles, la sonrisa de un Carey Mahoney pletórico al idear una
nueva diablura con la que reírse a costa de los que intentaban fastidiarle era
por si sola el preludio de un desastre en la que todo podía pasar y nadie
estaba a salvo (para desgracia de Mauser o Harris, obviamente). Ausente de las
tres últimas películas de la saga por cansancio del personaje (una decisión de
la que Guttenberg terminó más que arrepentido con el tiempo), Carey Mahoney
representa con enorme diferencia los más altos ideales de los 80: la
incorregible necesidad de reírse y disfrutar de la vida con mucho de picardía y
un poco de sentido común, sin recaer en maldades ni tampoco recurriendo a la
violencia ni a la brutalidad. Tomando la frase de Elbert Hubbard (“No te tomes
la vida tan en serio...no saldrás vivo de ella”) y llevándola a la categoría de
modus vivendi, Mahoney y los 80 se fundieron en un todo perfecto muy imitado,
pero jamás igualado. En especial cuando sonreía al tener una nueva diablura
entre manos.
Nº De Serie: NC/TCM/00513. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Martes, 9 de mayo de 2017.
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