Conexiones Inconexas

CONEXIONES INCONEXAS

 Decía H.P. Lovecraft allá en el inicio de La Llamada de Cthulhu, publicado en 1926, que la humanidad tenía un problema para establecer conexiones entre las cosas*. Tomando de ejemplo el viejo dicho de “los árboles no te dejan ver el bosque”, en el cine de intriga dicho axioma se lleva a sus máximos posibles creando misterios y pistas de tal manera que no siempre todas se perciben en el momento de verlas. Desde gazapos y deslices en los testimonios a objetos que no deberían estar en tal o cual sitio hasta llamadas y mensajes, el puzzle de engaños, secretos y mentiras que conforman son la complicada red que el policía, detective o hasta un civil convertido en héroe de circunstancias debe desliar si quiere atrapar al malo, salvar a quién esté en peligro o al pueblo o ciudad amenazados. Y es que tanto en el cine como fuera de él, la capacidad para la deducción y el análisis, el sentido de la lógica para encajar hechos en apariencia no relaciones se convierte en el arma más poderosa de todas para comprender la situación y saber lo que se debe hacer. Algo que enarbolaron Sherlock Holmes, Hércules Poirot, la Srta. Jane Marple y demás detectives, y policías como el inefable teniente Colombo, Sonny Crockett o Andy Sipowicz. Una capacidad que a veces necesita de cierto grado de locura para establecer dichas conexiones, de forma que a pesar de lo inconcebible que parece en un principio, dicha teoría consiga tener solidez y sentido. Ya sea en la pequeña pantalla como en la grande, y a pesar de que pegan tiros, corren, hacen volar coches y edificios e incluso se pelean a puñetazo limpio hasta dejarse hechos unos zorros, eso en el fondo solo es el envoltorio, la superficie que envuelve el auténtico poder de un agente/detective/héroe de circunstancias: poseer una mente despierta y avispada para montar el puzzle con suficiente rapidez para ya tranquilamente liarse a pegar tiros y pelearse a puñetazo limpio.

 Nº De Serie: NC/TCM/00561. Escrito Por: The Cineman.

 Publicado El: Lunes, 19 de junio de 2017.

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 (*«No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre si todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspectivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas»).