“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Imperdonable

IMPERDONABLE


 Que la policía pueda detener a un falso culpable por haberse equivocado es algo terrible. Y que el juez que lo procesa le condene por unos crímenes que no ha realizado, es todavía peor. Pero que a sabiendas de haberse equivocado en la detención mantengan la farsa contra esa persona aún cuando el juez ya dictase sentencia de prisión por la sencilla razón de que si admitieran que se equivocaron su sistema se vendría abajo, eso es sencillamente imperdonable. Y es lo que hace de En el Nombre del Padre [Jim Sheridan, 1993] no solo uno de los éxitos más hirientes de la década de los 90, si no una de las mejores y más viscosas vilezas morales en la recreación de un sistema legal corrupto y despreciable que no solo comete una tropelía que cuesta la libertad a varias personas, si no la satrapía de mantener a lo largo de unos 15 años la condena contra los imputados a fin de asegurarse que jamás se supiera la verdad. Una realidad incómoda y desagradable, perversa e indigesta que pone de relieve lo decadente de un sistema de justicia que nada tiene de justo, y un sistema legal que irónicamente acaba cometiendo las peores ilegalidades con tal de no reconocer públicamente sus cerrazones y sus odios viscerales, y que la en teoría imparcialidad y ecuanimidad en su proceder existe solo sobre el papel. Desde policías que matan a gente delante de su mujer e hijos en un coche y quedan libres de cargos hasta revueltas en plena calle como el incidente de Philando Castile a cosas todavía más serias e igualmente repugnantes, el cine ha sacado más de una vez, y no solo en el film de Sheridan, que la policía no siempre es la fiel defensora de la gente (el que crea que justicia y ley son la misma cosa que se lo haga mirar), como Un Hombre Inocente [Peter Yates, 1989] o Cadena Perpetua [Frank Darabont, 1994]. Porque es difícil que exista algo más imperdonable que una ley cometiendo todo tipo de ilegalidades.

 Nº De Serie: NC/TCM/00558. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Sábado, 17 de junio de 2017.

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