BOOTHE, Y UN NOMBRE CON PODERES
Encasillado como villano en
muchas pelis o como un personaje intrigante en tantas otras, la suya fue una de
esas carreras repleta de papeles secundarios pero siempre importantes, que
comenzó a finales de los 70 para ascender con rapidez para hacerse
imprescindible gracias a la aureola de maldad e insidia de un rostro pétreo que
podía inspirar una perversidad magistral. Ya fuese un western como Tombstone,
la Leyenda de Wyatt Earp [George Pan Cosmatos, 1994] a actioners para
lucimiento de Jean Claude Van Damme como Sudden Death (Muerte Súbita) [Peter
Hyams, 1995] hasta llegar a ese placer culpable llamado Senador Roark en Sin
City [Robert Rodriguez, 2005] o su papel como Consejero Gideon Malick en el
universo de superhéroes Marvel, Powers Allen Boothe no tuvo mayores problemas
para labrarse un nombre y ganarse tanto el respeto de sus compañeros como la
admiración de un público entregado al que le encanta disfrutar con un actor
capaz de sorprender como en Escalofrío [Bill Paxton, 2001] o de meterse a
Vicepresidente Noah Daniels en una de las temporadas de la serie 24 [2001]. Y
como tantos otros actores encasillados en papeles de malo, que ironía que en su
vida de diario fuese todo lo contrario, de manera que tanto compañeros actores
como directores solo tuviesen más que elogios para un texano de nacimiento al
que un arresto cardiaco derivado de un cáncer pancreático, mucho más malvado
que la persona en la que se encontraba, se llevase por delante a un intérprete
de raza cuya intensidad y manera de mirar captaba la atención por la manera en
que podía hacérselas pasar crudas al héroe de turno. Un talento que ya muchos
desearían para si y que hizo de un hombre sencillo y afable un malvado como la
copa de un pino. Y qué ironía, una vez más, que alguien tan malo en el cine a
buen seguro se haya ganado el cielo. Es lo que pasa al tener un nombre con
poderes.
Nº De Serie: NC/TCM/00521. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Martes, 16 de mayo de 2017.
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(★1 de junio de 1948; †14 de mayo de 2017)
Como bueno, lo fuiste. Como malo, fuiste buenísimo.
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