“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Monstruos del Id

MONSTRUOS DEL ID


 Aunque nunca se ven, los Krell están por todas partes a lo largo del metraje de Planeta Prohibido [Fred M. Wilcox, 1956]. Raza de fabulosa tecnología que deja a la humana en pañales y de una fisonomía desconocida pero que por las puertas de sus construcciones se intuye de 0% parecida a la homo sapiens, su grandeza solo puede ser equiparada a su monumental fracaso debido al único elemento que no podían controlar, los llamados “Monstruos del Id”, citados por el doctor de la nave liderada por el Comandante John Adams, y que el Dr. Edward Morbius posteriormente le explica: la bestia irracional que mora en el interior de cada ser evolucionado, fruto de sus orígenes primitivos. La maldad que odia, destruye y mata sin razón ni juicio alguno, y que hizo que los Krell como raza se autodestruyeran, víctimas de su propia locura incontrolable. Un muy solapado aviso, surgido curiosamente en plena fiebre atómica como eran mediados de los años 50, sobre los peligros de dar libertad a un subconsciente que no conoce límites en materia de perversidad visceral para causar daño y encima disfrutar con ello. Una psicopatía altamente nociva a nivel individual y terriblemente inquietante a nivel colectivo que nunca debe dejarse de lado incluso cuando en principio parece inofensivo o algo sin importancia alguna. Porque pocas cosas son tan peligrosas como bajar la guardia ante la oscuridad interior que prescinde de fantasías de moralidad para hacer lo que quiere sin importar a quién o qué lastime o dañe por el camino. Un camino de odio y de rabia que, tal y como los Krell ya probaron en el film, solo conduce a un final posible: la autoaniquilación. Algo que no por azar era una obsesión con la que se convivía en esos albores de la Guerra Fría entre USA y la URSS. Y aunque la Guerra Fría terminó en 1991, la amenaza nunca se esfumó. Suficiente para aprender de los Krell a no dejarse llevar por los Monstruos del Id.

 Nº De Serie: NC/TCM/00555. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Miércoles, 14 de junio de 2017.

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