INEXACTITUDES CIENTÍFICAS Y GOMAS ELÁSTICAS
Cuando se estrenó en cines El
Día de Mañana [Roland Emmerich, 2004], toda la comunidad científica y académica
se le echó encima acusando a la película de que era demasiado hollywoodiense, y
de que lo mostrado en ella no podía ser real ni lo sería debido a sus
inexactitudes científicas. Claro que hablamos del mismo gremio dogmático que
siglos atrás ponderaba que los meteoros no existían, que la gravedad era una
herejía del Diablo o que el sol daba vueltas alrededor de la Tierra y que ésta
era el centro del Sistema Solar. Un gremio que ocho años más tarde tuvo que comerse
sus propias palabras. La llegada y devastación del Huracán Sandy, el primero de
la historia conocida que dejó nieve tras de si (algo inédito hasta ese
momento), de una potencia y de una rapidez en su aparición como jamás se había
visto antes, provocó más de un debate sobre como algo así podía haber pasado
sin que nadie pudiera haberlo predicho con suficiente antelación. Un cambio brusco y
letal que viene a ser como esa analogía de la goma elástica: si cogiésemos una
goma elástica, y la tensásemos hasta más allá de su resistencia posible, ¿qué
ocurriría?. Pues que la goma no se rompería lentamente de un lado a otro, si no
que se rompería de manera instantánea, en menos de un segundo, y que ya no
podría volverse a recomponer. El clima terrestre por tanto tendría tal cualidad
y, a pesar de pelis de serie Z como la de Glaciación
2012 [Travis Fort, 2011], o la aún más apocalíptica 2012 [Emmerich, 2009], que
se dedican a servir una destrucción en masa gratuita por puro morbo, es posible
que dentro de sus ficciones y de sus aniquilaciones se esconda una verdad
incómoda por las implicaciones que tendría para el mundo: que de destruirse el
equilibro climatológico a escala global, tal vez Emmerich tuviese más razón que
la comunidad científica. Esa que siglos atrás ponderaba sobre que los meteoros
no podían existir.
Nº De Serie: NC/TCM/00526. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Sábado, 20 de mayo de 2017.
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