“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Killer: El Cine con Sangre

KILLER: EL CINE CON SANGRE


 «Esto no es fantasía. Ni el producto de una imaginación desbocada». Tal vez no sea el mejor inicio de una película, pero sin duda alguna es uno de los más ingeniosos. Y es que Superman [Richard Donner, 1978], después de una breve introducción y unos espectaculares créditos, comenzaba con esa frase, dicha por un imponente Marlon Brando. Resulta bastante perturbador que, andado el tiempo, esa frase haya adquirido tintes muy macabros, como una profecía muy negra de lo que depararía el futuro, en que unas mentes incapaces de distinguir entre lo real y lo irreal, obsesionadas por el séptimo arte, pasarían a cometer atroces crímenes cuya repercusión sería de alcance mundial. Como James Holmes, el autor de la masacre de Aurora en 2012, obsesionado con el Joker que interpretó Heath Ledger en El Caballero Oscuro [Christopher Nolan, 2008], o Eric Harris y Dylan Klebold, los infames asesinos de Columbine, que eran fanáticos de Matrix [Larry y Andy Wachowski, 1999] hasta lo delirante. Por fastuoso o evocador que parezca, el cine no deja de ser una fantasía, una actualización de aquellos cuentacuentos de la Edad Media o de los trovadores y fabulistas de la Grecia clásica, pero en formato ultracomercial, cuya idea es entretener y, si es posible, inspirar la mejor versión de nosotros mismos. El problema llega cuando en vez de salir la mejor versión sale la peor, porque la tragedia estará garantizada. Tanto si se trata de gente cuya mente es frágil y demasiado impresionable, como si se usa de excusa para darle rienda suelta a los más bajos instintos en venganza por una vida que les ha decepcionado o de la que piensan no han recibido lo que merecían, el resultado es el de una furia que solo se aplaca con sangre, igual que Cho Seung Hui, obsesionado con Oldboy [Chan-Wook Park, 2003], y autor del tiroteo de Virginia Tech en 2007. Un mal ejemplo de lo que pasa al no distinguir entre lo real y lo irreal.

 Nº De Serie: NC/TCM/00199. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Sábado, 1 de octubre de 2016.

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