“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Perfección: Un Año Insuperable

PERFECCIÓN: EL AÑO INSUPERABLE


 En todos los años de existencia del cine, solo ocurrió una vez que un año fue perfecto a nivel de estrenos, hasta en sus fracasos y/o éxitos menores. Y ese año fue 1984. Bien por iniciar sagas o por abordar ciertas ideas novedosas o incluso meterse en camisa de once varas con adaptaciones no del todo bien hechas, la cantidad de títulos que pasaron a la posteridad sirve como pista de lo bien que las cosas fueron en aquel punto concreto del tiempo: el terror a soñar en Pesadilla en Elm Street [Wes Craven], la investigación del más allá en clave de comedia en Los Cazafantasmas [Ivan Reitman], la prohibición de bailar en Footloose [Herbert Ross] o la creación de la más disparatada panda de agentes en Loca Academia de Policía [Hugh Wilson] dieron momentazos de risa y espectáculo, pero también se vieron las caras con competencia directas de lo más variopintas, desde criaturas desmadradas en Gremlins [Joe Dante] y Eddie Murphy liándola en Superdetective en Hollywood [Martin Brest], a ver Fantasía en peligro en La Historia Interminable [Wolfgang Petersen] y sentir pasión por las artes marciales en Karate Kid [John G. Avildsen]. Una variedad que hasta osó teorizar sobre el futuro en Terminator [James Cameron] y Dune [David Lynch], reivindicando la imaginación como el mejor sendero al éxito. Y lo logró incluso en rarezas como Supergirl [Jeannot Szwarc], Starman [John Carpenter] o genialidades de la clase de Indiana Jones y el Templo Maldito [Steven Spielberg]. De ahí que, desde entonces, Hollywood ha intentando una y otra vez repetir aquella hazaña, sin volver a conseguirlo, a veces haciendo justo el efecto contrario (2013, antítesis de 1984 con diferencia). 1984 tocó la grandeza tal que William Friedkin con El Exorcista [1973], llegando a esa genialidad que ya no se repite. Y de hecho nunca se ha repetido. Porque en Hollywood han olvidado que la imaginación es el mejor sendero al éxito.

 Nº De Serie: NC/TCM/00122. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Lunes, 25 de julio de 2016.

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