“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

¿Quién Soy?

¿QUIÉN SOY?


 «Ahora que sabemos quién eres tú, sé quien soy yo». Esta frase, dicha en el momento más álgido de El Protegido [M. Night Shyamalan, 2000], aglutina la esencia de todo trabajo de ficción, ya se trate de novelas o, propiamente, el cine. La búsqueda de la identidad y del mismo yo como modus vivendi en una constante andadura de múltiples vericuetos a fin de responder a esas clásicas cuestiones del “¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿adónde voy?”. Caminos que van del melodrama a lo road movie como Captain Fantastic [Matt Ross, 2016] hasta venganzas en plan Los Siete Magníficos [Antoine Fuqua, 2016], pasando por viajes a otros mundos como Pleasantville [Gary Ross, 1998] o bástese con, sencillamente, enamorarse (Los Puentes de Madison [Clint Eastwood, 1995] o Frankie & Johnny [Garry Marshall, 1991] por decir dos). De todos los posibles, es el conflicto más básico y a la vez enrevesado, piedra angular que sostiene cuantas historias uno sea capaz de inventarse, puesto que por más adornos, figuraciones y escenarios con que se embellezca o se afee la trama, apartado todo ello como distracciones que son, en el fondo lo que queda es la angustia de una pregunta sin respuesta, y la necesidad de contestarla, para lo que, en las más de las ocasiones, se precisa un recorrido que suele comenzar con un pequeño y casi nimio acontecimiento para, de forma geométrica, alcanzar su máximo potencial (léase la trilogía original de Star Wars, sin ir más lejos, o cualquier película de superhéroes que se precie). En un misterio repleto de misterios y de enigmas insondables, el tal vez el mayor de todos sea conocer el de nosotros mismos. Porque, tal y como le pasaba a Elijah Price en el film de Shyamalan, no saber el porqué de la existencia, y más exactamente de la existencia de uno mismo, deja una sensación horrible en el corazón. Una que el cine busca contestar en una constante andadura de múltiples vericuetos.

 Nº De Serie: NC/TCM/00197. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 29 de septiembre de 2016.

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