EL CORAZÓN SABE LO QUE QUIERE
Chico conoce a chica, chica
conoce a chico...ese primer amor que dura para siempre o el de verano que nunca
se olvida...“y comieron perdices”...el cine romántico, a pesar de lo sencillo
de su planteamiento, es uno de los géneros más contestatarios y rebeldes que
existen, en cuanto a desafiar uno, varios o todos los prejuicios de cada época
para reclamar el derecho a amar a quien uno quiera sin tener que avergonzarse
ni pedir explicaciones por ello. Y en lo que a amores imposibles se refiere,
Romeo y Julieta, escrito sobre 1594 por un William Shakespeare de unos 30 años,
fue sin duda el mejor exponente de que el amor está por encima de cualquier
traba que se le intente poner, ya se trate de distinta clase social como en
Dirty Dancing [Emile Ardolino, 1987] o de dinero igual que en El Diario de Noah
[Nick Cassavetes, 2004]. Aún con la ingenuidad de Vacaciones en Roma [WIlliam
Wyler, 1953], las perversiones de Nueve Semanas y Media [Adrian Lyne, 1986] o
una pizca de infidelidad como en El Próximo Año, a la Misma Hora [Robert
Mulligan, 1977], el corazón sabe siempre lo que quiere, incluso cuando ello
acabe haciendo más daño que otra cosa. Siendo como es el motor de la humanidad
en lo que a perpetuidad de la especie se refiere, que una película tenga una
historia de amor es casi algo que se pone por defecto, precisamente para darle
un plus a su trama y que conecte mejor con los espectadores. Y ya que el
corazón de géneros entiende más bien poco, Brokeback Mountain [Ang Lee, 2005] y
Rosas Rojas [Ol Parker, 2005] probaron que dos hombres y dos mujeres también
pueden enamorarse en busca de la felicidad, y si a fin de cuentas nuestro
tiempo en este mundo es limitado, entonces nada más crucial que estar con esa
persona amada para disfrutar la vida. Porque el corazón está hecho para
enamorarse, romperse y reconstruirse infinitas veces. Y sabe perfectamente lo
que quiere.
Nº De Serie: NC/TCM/00164. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Miércoles, 31 de agosto de 2016.
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Me fascino,gracias!!
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