LA GUERRA NUESTRA DE CADA DÍA, DÁNOSLA HOY
Black Hawk Derribado [Ridley
Scott, 2003], abría con la siguiente cita: «Solo los muertos han visto el final
de la guerra». Y tal vez fuese así, porqué está más que asegurado que los vivos
guerras han visto muchas, y muy variadas. El cine bélico, uno de los géneros
más asentados y antiguos del cine, ha sufrido cambios severos tanto en la forma
como en el formato. Reverenciado y hasta vanagloriado en sus inicios como algo
honorable o con soldados perfectos que no sufrían y eran admirables, los años
60 y Vietnam vinieron a cambiar dicho paradigma, transformando la visión
general de lo que era la guerra a nivel de persona y a nivel de humanidad. Y
desde entonces en adelante, pese a que el cine bélico ha seguido existiendo en
múltiples formas, desde el histórico tal como Braveheart [Mel Gibson, 1995] y
Troya [Wolfgang Petersen, 2004] al de la ciencia ficción delirante a lo
Starship Troopers [Paul Verhoeven, 1997], y por supuesto, el de los siglos XIX
y XX (la lista es demasiado grande para citar una sola película), la guerra y
su universo de caos, sangre y cadáveres no han perdido ni un ápice de su fuerza
y magnetismo. Especie de horror legitimado cuya única función parece ser la de
aliviar la superpoblación mundial, el cine bélico dio héroes inquebrantables
como Audey Murphy, para luego crear seres humanos como el Capitán John H.
Miller. Al margen de toda causa noble o de causa tiránica, el cine bélico es la
exaltación de uno de los sentimientos más primarios de la humanidad: la
violencia, la liberación sistemática de todas las bajas pasiones y de las
pulsiones más animales, así como la reivindicación, absurda y sinsentido, del
hombre como la cúspide del poder. Nadie desea una guerra, pero a todos les
fascina su potencial armamentístico y capacidad de destrucción. Y de ahí viene
su paradoja: todos rechazamos la violencia, pero a todos nos fascina. Por eso
existe el cine bélico. Por eso siempre existirá.
Nº De Serie: NC/TCM/00174. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Viernes, 9 de septiembre de 2016.
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