EL EFECTO KUBRICK: EXTRAPOLANDO LA HUMANIDAD
Hasta la llegada de 2001: Una
Odisea del Espacio [Stanley Kubrick, 1968], la ciencia ficción era poco más que
un simple entretenimiento al servicio de las masas. Pero desde 1968 en
adelante, las cosas cambiaron, y la ciencia ficción se transformó en algo más,
en una relectura de la naturaleza humana cuyas implicaciones podían llegar a lo
más profundo, luminoso y oscuro, de nosotros mismos. En Contact [Robert
Zemeckis, 1997], lo importante en si no era que el planeta Tierra recibiese un
mensaje de otro planeta, si no como el poder y la política reaccionaban ante
él. En la saga de Star Wars, por encima de una gigantesca parafernalia de
naves, robots y alienígenas, se ocultaba la historia de un héroe en busca de su
identidad y de su lugar en el mundo. Y en Blade Runner [Ridley Scott, 1982],
unos Replicantes temerosos de su dios humano se enfrentaban a éste para conocer
su propio destino. Despojando al género de todos sus artificios, Kubrick
demostró que el cine en general y la ciencia ficción en particular podían
enviar un mensaje antiguo como el mundo, y tan filosófico como las mejores
reflexiones morales de un Buda o un Jesucristo. A falta de una expresión mejor,
el “efecto Kubrick” logró su objetivo incluso tal vez más allá de sus
intenciones originales: que la raza humana se cuestionase a si misma, sus
orígenes y objetivo último, que volviese la vista a su entorno con ojos
inquisitivos para conocer la verdad de su ser. Títulos como Yo, Robot [Alex
Proyas, 2004] o la saga Star Trek no son si no extrapolaciones futuras de la
humanidad, visiones que, sacadas de su contexto, son el reflejo de lo peor y de
lo mejor de nosotros mismos, de nuestra capacidad para hacer el mal y ser
crueles, y de nuestro sacrificio para un bien mayor. Porque por más que viajen
a otros universos y conozcan a los más diversos alienígenas, no existe nada más
alienígena que el universo interior de la naturaleza humana.
Nº De Serie: NC/TCM/00181. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Miércoles, 14 de septiembre de 2016.
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