SALVANDO EL DÍA: EL ANTIHÉROE
No siempre el héroe es quien
tiene que arreglar el desaguisado de turno. En ocasiones dicha tarea le
corresponde a otro. No tan idealista, no tan brillante en su armadura, pero más
interesante en su retrato, el antihéroe es un giro distinto en la forma de luchar
con el mal, en cuanto a que sus motivaciones no sean tan altruistas y su
proceder no sea tan “de manual”, siguiendo al pie de la letra el protocolo. Y
antihéroes no han faltado a lo largo de los años, en una galería de caras y
nombres que han pasado al acervo cultural tanto como los héroes, con el matiz
de que mientras los primeros despiertan admiración por su proeza, los
antihéroes despiertan una casi insana fascinación sobre su persona. Desde Steve
McQueen en Bullitt [Peter Yates, 1968] al Alan Rickman y su Severus Snape en la
saga Harry Potter, el antihéroe puede formar parte de los buenos, pero actuar
por libre (como Bullitt), o ser parte de los malos y en secreto ir de agente
doble (como Snape). Ya se trate de Jason Bourne, de Aaron Cross, Harry Callahan,
Riddick o aquel conductor sin nombre de Drive [Nicolas Winding Refn, 2011], el
antihéroe tiene su propio código de conducta y de ética, abriendo un tercer
camino entre el bien y el mal para marcar su territorio. Sus métodos son poco
ortodoxos, a veces tan expeditivos como un hachazo en la cabeza, pero poseen un
aura de peligrosidad que los convierte en irresistibles. Es por eso que, frente
al topicazo estereotipado del héroe, el antihéroe resulte más humano y por eso,
en su dualidad, mucho más creíble como persona que como simple personaje de
ficción. Y pocos ejemplos más gráficos de esa dualidad que el Porter encarnado
por Mel Gibson en Payback [Brian Helgeland, 1999], un ladrón que por recuperar
su parte de un atraco que se le robó, está dispuesto a enfrentarse a toda la
mafia de Chicago. Por eso el antihéroe gusta tanto: porque salva el día...pero
a su manera.
Nº De Serie: NC/TCM/00160. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Domingo, 28 de agosto de 2016.
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