MUERTO EL PADRE, MUERTO EL HIJO
20 de julio de 1973 y 31 de
marzo de 1993. 32 y 28 años. Esa es la edad que Bruce y Brandon Lee tenían
cuando murieron en circunstancias poco menos que “sospechosas”. Dos hombres
ensalzados y mitificados por su fallecimiento más que repentino, rompiendo así
lo que parecía una carrera destinada a un éxito brutal y a unos años de
esplendor para el cine y quizá para el mundo en general. De hecho, resulta
cuando menos profético y muy siniestro la forma en que “mataban” a Bruce Lee en
Juego con la Muerte [Robert Clouse, 1978], su película inacabada: una bala de
fogueo cambiada por una de verdad en el rodaje de una película casi acababa con
su personaje, Billy Lo, lo que daba la ocasión a este de fingir su muerte y así
buscar a sus asesinos. Exactamente, pero algo más trágico y real, lo que
ocurrió a Brandon durante el rodaje de El Cuervo [Alex Proyas, 1994]. Bruce,
poseedor de un físico inigualable tanto en salud como en potencia física, y
Brandon, cuya aureola como Eric Draven le convirtió en el héroe trágico-romántico
por excelencia de toda la generación de adolescentes de los 90, dejaron una
involuntaria huella no de una carrera prolongada, si no la de una carrera
truncada que hizo huérfano al mundo de dos talentos únicos. Narraba Lauren
Holly al final de Dragón, la Vida de Bruce Lee [Rob Cohen, 1993]: «La gente aún
sigue preguntándose cómo murió, yo prefiero recordar cómo vivió». Un
razonamiento perfectamente válido pero, a la vez, incompleto. Porque su muerte
(el modo en que murieron, sobretodo Brandon) importa tanto como su vida. Y si
efectivamente fue algo preparado (por las triadas chinas, la CIA, el KGB o vaya
usted a saber quién), entonces tenemos un delito sin castigo, un culpable que
no ha pagado por su crimen y que debe hacerlo aunque eso se reduzca a que su
nombre sea asociado al de “asesino”. Porque, pase lo que pase, la justicia debe
prevalecer. SIEMPRE.
Nº De Serie: NC/TCM/00114. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Miércoles, 20 de julio de 2016.
Valora el artículo
Valora el artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario