“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Tirando Spaghettis Contra la Pared

TIRANDO SPAGHETTIS CONTRA LA PARED


 En Enamorarse [Ulu Grosbard, 1984], Meryl Streep salía al lado de Robert De Niro. En Casino [Martin Scorsese, 1995], De Niro tenía al lado a Sharon Stone. Stone que estaba junto a Michael Douglas en Instinto Básico [Paul Verhoeven, 1992]. Douglas apareció con Kevin Kline en Plan en Las Vegas [Jon Turteltaub, 2013]...y Kline con Streep en Ricki [Jonathan Demme, 2015], aparte de otras dos más. Con este simplista ejercicio de bumerang, que se podría repetir con cientos de permutaciones diferentes, se demuestra que si algo abunda en el cine son los continuos cambios de pareja que tienen sus estrellas. Tantos, de hecho, que es fácil que un actor/actriz haya coincidido más de una vez con la misma persona, sobretodo si ambos tienen química como para ser creíbles al espectador que los vea. Por tanto, raro es el intérprete cuya carrera se haya hecho ‘en solitario’, y que no haya compartido cartel con otro de su mismo nivel para buscar un duelo que dé juego y espectáculo. En cierto modo, no es distinto a tirar spaghettis contra la pared para ver cuales se quedan pegados y cuales no. Cos los actores pasa lo mismo: se emparejan y desemparejan de una película a otra buscando ese ansiado éxito, a veces con resultados mejor de lo esperado (Antonio Banderas y Catherine-Zeta Jones en La Máscara del Zorro [Martin Campbell, 1998], y a veces no tan redondos como se pretendía en un principio (el caso de Ralph Fiennes y Uma Thurman en Los Vengadores [Jeremiah S. Chechik, 1998]). Pero, más allá de sus resultados, y en un alarde de egos y admiraciones mutuas (descontando a aquellos no se soporten ni en pintura, como Steven Seagal y Jean Claude Van Damme), suele ser lo normal que en la carrera de un intérprete surja un buen puñado de otros con los que haya conseguido trabajar. Ahí está es la gracia del chiste: en combinarse con cuantos más mejor. Y ver qué spaghettis acaban pegados a la pared.

 Nº De Serie: NC/TCM/00166. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Viernes, 2 de septiembre de 2016.

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