“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Ni con Niños ni con Animales

NI CON NIÑOS NI CON ANIMALES


 Tiempo atrás, el mago del suspense Alfred Hitchock soltó la siguiente frase: «Nunca trabajes ni con niños ni con animales... (...ni con Charles Laughton». A saber porqué de eso último). Resulta paradójico en boca de él, teniendo en cuenta que una de sus grandes películas posee precisamente ambas cosas. Y es que Los Pájaros [Hitchcock, 1963], tiene en su haber una infantil Veronica Cartwright (casi adolescente, más bien) de unos 13 años, y a un montón de cuervos dispuestos a acabar con el pueblo de Bodega Bay por no se sabe qué razones, confirmando a veces es bueno saltarse las propias normas en pos de la grandeza. Otro tanto se puede decir de Steven Spielberg de cuando rodó Tiburón [1975], en que hay animales como niños de por medio, como también aparecían en Leyendas de Pasión [Edward Zwick, 1994]. Y es que tanto niños como animales tienen el principal rasgo de no ser adultos, por lo que sacar de ellos buenas actuaciones es harto difícil, aunque no imposible. Ya sea por el peligro de que el animal deje de obedecer a su cuidador y cause un estropicio como por que al niño le dé un berrinche o se niegue a rodar, esas situaciones pueden poner en aprietos cualquier rodaje, y tal vez estropeando la propia película en el proceso. Aunque, obviamente, en el lado opuesto puede haber casos excepcionales como el del jovencísimo Danny Lloyd en El Resplandor [Stanley Kubrick, 1980] o el del oso Bart, que dejó su huella en un reguero de títulos como El Oso [Jean-Jacques Annaud, 1991], la ya mencionada Leyendas de Pasión y El Desafío [Lee Tamahori, 1997]. Porque al margen de cualquier problema que puedan causar, niños y animales tienen capacidad para ofrecer instantes de una intensidad que un adulto no puede alcanzar (como la tierna Gertie que hizo Drew Barrymore en E.T., el Extraterrestre [Steven Spielberg, 1982]). De ahí que, a veces, sea bueno saltarse las propias normas.

 Nº De Serie: NC/TCM/00142. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Sábado, 13 de agosto de 2016.

 Valora el artículo

No hay comentarios:

Publicar un comentario