“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

El Arte de Envejecer (los que Saben Hacerlo)

EL ARTE DE ENVEJECER (LOS QUE SABEN HACERLO)


 Un actor cuyo nombre no recuerdo dijo una vez: «En este negocio empiezas de nieto y acabas de abuelo». Un recordatorio, en clave de sarcasmo, acerca del inevitable proceso que envejecimiento de un actor/actriz y de los papeles que les dan conforme esto ocurre. Evidentemente, esto no afecta a todos del mismo modo, y el concepto no se asocia igual en hombres que en mujeres, o en este caso concreto, en actores que en actrices. En una sociedad obsesiva por la imagen y el consumo, negada ante la realidad de la muerte y cada vez más empecinada con la gente cuanto más joven mejor, el hecho de envejecer (o más bien, el arte de saber hacerlo) parece haberse convertido en un tabú impronunciable que casi suena a causa por la que luchar. Mujeres como Helen Mirren, Diane Keaton o Meryl Streep, y hombres como Al Pacino, Brad Pitt y Johnny Depp son casos del derecho de envejecer con elegancia y naturalidad, alejados de artificios que convierten un cuerpo en un estropicio digno de una película de terror (y no faltan casos al respecto, tales como Daryl Hannah o el mismísimo Michael Jackson). Una cualidad que a los hombres da porte y una aureola de madurez que derrocha masculinidad tal como Paul Newman o Sean Connery, y que a las mujeres las convierte en auténticas y venerables damas a las que idolatrar, como Sofía Loren o Brigitte Bardot. Tropelías como la de Bruce Jenner haciéndose transexual o el enorme cambio en la cara de Reneé Zellweger dan fe de la obsesión por una juventud perdida como también de la escasa autoestima que manda en una industria que vive de superficialidades. Porque aparecer en pantalla sin retoques estéticos (ni tampoco digitales, que los hay) es un acto de amor propio y de respeto consigo mismo, así como con el público. Tal vez no sea lo más vistoso del mundo, pero sí lo más natural. Y, a fin de cuentas, ya lo reza aquel viejo dicho: «la arruga es bella».

 Nº De Serie: NC/TCM/00106. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Viernes, 15 de julio de 2016.

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