“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Mundos Extinguidos, Mundos Revividos

MUNDOS EXTINGUIDOS, MUNDOS REVIVIDOS


 El Hombre Mosca [Fred C. Newmeyer y Sam Taylor, 1923] ofrece un prodigio del cine como ver a Harold Lloyd escalar la fachada de un edificio de 12 pisos sin dobles ni especialistas, a puro huevo. Pero también ofrece algo más, una vez el pobre Harold llega a una altura considerable: una preciosa panorámica de como era Nueva York a principios de los años 20. Y es que el cine tiene un secreto escondido en su faceta de entretenimiento, algo que queda ocultado por la trama principal, pero que si se elimina ésta, aparece por si solo: el don de retener el tiempo en sus fotogramas para retratar mundos que el progreso se encarga de extinguir, pero que la magia del cine consigue mantener vivos bien en su propia época, o bien reviviéndolos años más tarde, como La Lista de Schindler [Steven Spielberg, 1993] o El Gran Gatsby [Baz Luhrmann, 2013]. El siglo XX tiene el honor de ser el primero, en toda la historia conocida, en estar totalmente recopilado en celuloide (posteriormente pasado a digital, al establecerse éste a finales de los 90 y principios de los 2000), de manera que trajes y vestidos, arquitectura, coches y peinados han quedado grabados para la posteridad como una titánica biblioteca audiovisual. Bullitt retrató el San Francisco de 1968 como La Semilla del Diablo hizo lo mismo para Nueva York ese mismo año. Y la TV ejerce tanto o más dicha función, desde series como Dallas de 1979 a 1990, o Walker, Texas Ranger de 1993 a 2001, poniendo en sus capítulos negocios, locales y calles que cambiarán o desaparecerán. Una herencia que, a modo de legado para las generaciones venideras, sirve para rememorar como eran las cosas en otra era, y la manera en que éstas fueron cambiando. Porque cada película es un tesoro en si mismo, del tiempo en que se hizo, y de la gente que la hizo. Porque el cine tiene el don de retener el tiempo en sus fotogramas. Y pocas cosas existen más valiosas que eso.

 Nº De Serie: NC/TCM/00105. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 14 de julio de 2016.

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