“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Un Salvaje Oeste Demasiado Blanco

UN SALVAJE OESTE DEMASIADO BLANCO


 Durante varias décadas, los negros en el cine (y en la mayoría de aspectos en la vida) estaban condicionados y sujetos a las voluntades del hombre blanco, como si éste fuese su amo y señor, siempre a la sombra de éstos como el Sam de Casablanca [Michael Curtiz, 1942], o Mammy de Lo que el Viento se Llevó [Victor Fleming, 1939]. Debido a ello, en el cine de oeste, un género que por aquel entonces estaba controlado por la férrea moral de John Wayne (al que la leyenda negra pone como miembro del Ku Klux Klan, ni más ni menos), se encargaron de que los negros fuesen vetados de estar a la misma altura de los blancos, de forma que fuesen esclavos, sumisos, con pocas luces o incluso un poco de las tres. A pesar de su inexactitud histórica, puesto que se sabe de gente de color que logró tierras y propiedades como los blancos, tantos años de racismo en el cine tuvieron su precio, creando un Salvaje Oeste demasiado blanco, y un paradigma difícil de remover, en que incluso en Sillas de Montar Calientes [Mel Brooks, 1974], se ponía a un sheriff de color...pero en clave de comedia desmadrada. Tuvieron que pasar muchos años para que se empezase a ver algo de color en la monocromía del blanco, pero ni siquiera entonces el resultado fue decente, como en la fallida Wild Wild West [Barry Sonnenfeld, 1999], aunque sí hubo algo más de suerte en la pequeña pantalla con series como Jóvenes Jinetes [1989] y Los Siete Magníficos [1998]. Solo cuando cayó el sistema de los grandes estudios las cosas cambiaron, gracias a actores de la categoría de Sidney Poitier o de Denzel Washington, pero el daño ya estaba hecho. Y lo más triste de todo es que intentos como Django Desencadenado [Quentin Tarantino, 2009] o Los Siete Magníficos [Antoine Fuqua, 2016] por explicar la realidad de esa época se ven poco creíbles porque más que contar la verdad, lo que suena es a excusa por tantos años de racismo en el cine.

 Nº De Serie: NC/TCM/00194. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Lunes, 26 de septiembre de 2016.

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