LO QUE SOSTIENE A LAS GRANDES SERIES
Grandes en tamaño de episodios
como también en cuanto a su repercusión a nivel internacional las series de TV,
sobretodo las de intriga o drama, aunque extendido al resto de géneros
indistintamente, se sostienen en la misma idea para mantener sus argumentos de
manera que éste pueda ser prolongado a lo largo de varios capítulos o incluso
de una temporada completa (o varias, si se hace lo bastante bien): mentiras.
Bien porque los buenos las cuentan a modo de protección de sus seres queridos
para ocultarles algo que consideran que puede hacerle daño si lo sabe, o bien
porque los malos las cuentan a modo de una compleja maraña de intrigas de la
que siempre sacan un beneficio tanto si es monetario como de influencia y de
poder (o una compleja combinación de las dos), es la capacidad humana para
mentir, para distorsionar la realidad y la verdad de forma que se difuminen o
desaparezcan parcial o totalmente, lo que permite a los guionistas trabajar
sobre los personajes para así crear la justificación a sus actos y explicar su
personalidad. De melodramas de corte generacional en series que han durado
décadas a otras fantásticas como por ejemplo Smallville [2001] y otras como
Dinastía [1981], con independencia de si aparecen esporádicamente o si es norma
común en cada capítulo, todas en mayor o menor grado incluyen la mentira como
factor común con la que crear nuevas tramas que, como rastro de migas de pan en
Hansel y Gretel, causan que los personajes vayan de un lado a otro y de un
punto “A” a un punto “B” de mentira en mentira como capas de una gran cebolla
hasta lograr descubrir la verdad. Porque en una sociedad que asume la mentira
como un elemento cotidiano y que a cualquiera puede ocurrir que le mientan por
el motivo que sea, la ficción también se nutre de dicha cualidad para existir,
lo que lleva a la siguiente cuestión: ¿cómo sería una serie donde nadie
mintiese?.
Nº De Serie: NC/TCM/00681. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Jueves, 5 de octubre de 2017.
Valora el artículo
Valora el artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario