UN ERRÓNEO ACTO DE BONDAD
Un matón metido a guardaespaldas
de la estrella de cine más famosa de todo el mundo. Un mafioso retirado que
intenta limpiar su nombre y ganar dinero para largarse con la chica que ama. Un
niño herido por un animal que crece como hombre en permanente lucha entre su
lado humano y su lado animal. Y un simio evolucionado que intenta salvar a los
suyos de unos humanos que se afanan por matarlos a todos. Y tanto en London
Boulevard [William Monahan, 2010] como en Atrapado por su Pasado [Brian De
Palma, 1992], Leyendas de Pasión [Edward Zwick, 1994], y en La Guerra del
Planeta de los Simios [Matt Reeves, 2017], se da una misma y especialmente
circunstancia: un personaje que, intentando mostrar algo de piedad y de
compasión, de bondad en suma, decide salvarle a la vida a alguien que, andado
el tiempo, acabará por ser su verdugo. Un rocambolesco giro que demuestra no
solo hasta qué punto matar o perdonar una vida puede afectar a una persona, si
no que también permite al personaje en cuestión demostrar un atisbo de
humanidad al enfrentarse a un mundo más que cruel (los bajos fondos
londinenses, la mafia latina de la Nueva York de los años 70, la Montana de
principios de siglo XX y una guerra entre humanos y simios por la
supervivencia, en estos casos). A su manera, el erróneo acto de bondad por
parte de ese personaje acaba convirtiéndose en el clavo definitivo en su ataúd,
a tenor de una gratitud nunca expresada pero que sí es devuelta en forma de
sangrienta retribución, llevando a las últimas consecuencias lo que previamente
había quedado en una intentona fallida o bien no realizada. Una lección con
muchísimas lecturas subliminales con las que devanarse los sesos, pero que en
el fondo simplemente cumple un claro objetivo: demostrar al espectador que a
veces, y solo a veces, no siempre es algo bueno salvar una vida. Especialmente
si luego te acaba matando.
Nº De Serie: NC/TCM/00616. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Domingo, 6 de agosto de 2017.
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