LA REVOLUCIÓN DE ‘SIN SOMBRERO’
No está reconocida como tal, y
por supuesto será difícil que aparezca en los libros de historia dentro de
semejante contexto, pero sí el siglo XX sufrió una profunda revolución que lo
cambió a mediados de su existencia, esa es duda la de “Sin Sombrero”. Exhibido
en cómics y por supuesto en la televisión y el cine de la época, es
precisamente una de las señas de identidad del séptimo arte en sus comienzos
(sobretodo si se trata de una película de cine negro) que sus protagonistas no
solo llevan unos trajes elegantes y bien vestidos, sin manchas ni arrugas, si
no que también lucen un bonito sombrero de ala ancha en sus cabezas del que
raramente se desprendían. Un complemento pero que en realidad era una norma de
protocolo de vestuario que, como en la eterna Casablanca [Michael Curtiz,
1942], dio momentos gloriosos al cine en actores como Robert Mitchum en Retorno
al Pasado [Jacques Tourneur, 1947], Paul Muni en Scarface, el Terror del Hampa
[Howard Hawks, 1932], o el mismísimo Edward G. Robinson en Pequeño Gigante [Roy
Del Ruth, 1933]. Tres ejemplos, de los muchos que se pueden citar, que dan fe
de una época perdida donde el decoro y la elegancia eran norma imperante, pero
que llegó a su fin durante los revolucionarios años 60 y posteriores 70, en que
los sombreros pasaron a ser no obligatorios si no optativos, cuando no un
pequeño pero imprescindible evocación de una sociedad que había nadado en la
mayor de las opulencias solo para hundirse justo después en la mayor de las
escaseces. Un mundo que en años posteriores fue revivido no en su original
blanco y negro si no a todo color como en Los Intocables de Eliot Ness [Brian
De Palma, 1987], en L.A. Confidential [Curtis Hanson, 1997] o La Dalia Negra [De
Palma, 2006], pero que no pudieron recrear fielmente la época debido a los más
sencillos gestos. Como por ejemplo el arte perdido de saber ponerse un
sombrero.
Nº De Serie: NC/TCM/00614. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Viernes, 4 de agosto de 2017.
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