“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Niños, no Idiotas (El Síndrome de Disney)

NIÑOS, NO IDIOTAS (EL SÍNDROME DE DISNEY)


 Que Walt Disney llenó el siglo XX de mundos mágicos para los niños eso nadie puede discutirlo. Pero tampoco nadie puede discutir que él también es parte de cambiar el paradigma sobre la percepción que se tiene de la infancia por parte de sus padres. Gracias a Dumbo, Pinocho y a otros personajes que han pasado al inconsciente colectivo como Merlín el Encantador o Simba, los niños y niñas de todo el mundo han llenado fantasías y sueños desde carreras como su héroe Rayo McQueen a princesas valerosas que buscan la libertad y el amor en contra de temibles fuerzas del mal, desde Blancanieves y la Cenicienta a Anna y su hermana Elsa. Y en esas fantasías heroicas y románticas habidas a lo largo de los años, la mentalidad de los adultos acerca de los pequeños de la casa ha pasado de considerarles personitas a las que inculcar una serie de valores y lecciones morales de la vida a estorbos a los que entretener con una serie de canales temáticos e infantiles y cuantas películas de animación en el cine se pongan a tiro con tal de tenerlo distraídos. Un rasgo que bien podría llamarse el Síndrome de Disney por la sistemática idiotización aplicada a los niños desde hace generaciones, pasando de las lecciones morales al final de los capítulos de He-Man y los Masters del Universo [1983] o de Thundercats: Los Felinos Cósmicos [1985] a aventuras estrafalarias y estrambóticas del tipo Bob Esponja [1999] o Dora la Exploradora [2000], en donde al niño se le trata como a una personita que, en su juventud e ignorancia, es mejor alimentar su mente con fantasías hechas casi para bebés de menos de tres años, pero no con valores morales o espirituales que de mayor le conviertan en una persona honrada y amable. Una sobreprotección que nada protege y beneficia y que sí perjudica, dando fe de un error que los padres cometen de manera reiterada: el olvidar que, por jóvenes que sean, siguen siendo niños. Pero no idiotas.

 Nº De Serie: NC/TCM/00620. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 10 de agosto de 2017.

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