CUERNOS LOS JUSTOS, GRACIAS
De todo cuanto cabe analizarse
en El Guerrero Nº 13 [John McTiernan, 1999] (y no es poca cosa), el punto más
fascinante cabe encontrarlo no en lo que se ve, si no en lo que curiosamente no
se ve. Sencillamente, porque ni un solo segundo de metraje de la película que
protagonizó Antonio Banderas se ve a un nórdico llevando cascos con cuernos.
Icono de la Edad Media atribuido por error por los arqueólogos del romanticismo
al revisar túmulos y tumbas de los nórdicos (que pensaron que los cuernos se
habían desprendido de los cascos cuando en verdad eran un objeto funerario para
que bebiesen en el Valhalla o comunicarse desde allí haciéndolo soplar), y con
una ayuda involuntaria de la ópera de Richard Wagner El Ocaso de los Dioses
[1848], ambas se pusieron de acuerdo sin pretenderlo para que en el
inconsciente colectivo del siglo XIX y en épocas posteriores calase la idea de
bravos y fieros guerreros que lucían unos cascos de metal con grandes cuernos,
idea que casi un cuarto de siglo más tarde del film de McTiernan la serie
Vikingos [2013] volvió a desmontar gracias a las aventuras del guerrero Ragnar
Lothbrok. Bravos y fascinantes en su modo de vida como en su modo de muerte,
los nórdicos (“vikingo” no era una identidad racial para ellos si no un
trabajo: el de saqueador) y su forma de ser retratados tanto en la grande como
en la pequeña pantalla ha sido de lo más irregular, desde títulos como Los
Vikingos [Richard Fleischer, 1958] a La Isla del Fin del Mundo [Robert
Stevenson, 1974] a series de animación como Vickie el Vikingo [1974] pasando
por Valhalla [Peter Madsen y Jeffrey James Varab, 1986] y llegando a cosas de
serie Z como Vikingdom [Yusry Abd Halim, 2013], el mundo de los hombres del
norte y su entorno nunca deja de cautivar la imaginación, incluso en versión
superheroica como Thor [Kenneth Branagh, 2011]. Pero eso sí, sin cascos con
grandes cuernos en la cabeza.
Nº De Serie: NC/TCM/00692. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 16 de octubre de 2017.
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