BUITRES SIN ALAS
Si algo queda patente en La
Reina Victoria y Abdul [Stephen Frears, 2017] no es la humildad y devoción de
Abdul Karim, humilde sirviente hindú, hacia la envejecida y decrépita Reina
Victoria de Inglaterra, si no las mezquindades y miserias del servicio real, el
Primer Ministro y hasta el Príncipe de Gales por destruir la amistad entre los
dos. Algo visto en multitud de películas como Un Reino Unido [Amma Asante,
2016], El Discurso del Rey [Tom Hooper, 2010] y otras tantas, la satrapía de
una sociedad represora y reprimida obsesionada con los escándalos y los
chismorreos, ahogada en reglamentos y protocolos y dominada por odios y
chovinismos varios expone la ironía de lo que a lo largo de la historia se ha
dado en llamar “nobleza”, demostrando que la obtenida por título y la que se
tiene por posesión interior distan entre si como el cielo del infierno. Una
supuesta gente de alta cuna que pasaba sus días en la total inopia debido a su
riqueza, dedicando sus días a intrigar y a conspirar los unos contra otros, cuando
no a la denigración ajena por puro placer en su prejuicio y desprecio, que si
bien alcanzó su punto culminante en la Era Victoriana del siglo XIX, ya era
perro viejo desde la Edad Media e incluso desde el Imperio Romano (como bien
reflejaba Quo Vadis? [William Wyler, 1951]): la presencia de unos buitres sin
alas que, en calidad de consejeros, nobles y parecidos, formaban el círculo
interno del rey/emperador de turno y buscaban regalarle el oído de éste para
que al final hiciese lo que ellos “aconsejaban”. Un lastre histórico decadente
en su eterna ancianidad al que sin embargo el cine jamás ha sabido resistirse,
volviendo sobre ellos una y otra vez para adentrarse en el mundo de las
falsedades y dobles morales de la clase noble que dictaban el día a día de la
clase noble y gente de sangre azul. A fin de cuentas, no deja de tener su punto
fascinante el mundo de unos buitres sin alas.
Nº De Serie: NC/TCM/00671. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 25 de septiembre de 2017.
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