“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Malos Instintos Futuros

MALOS INSTINTOS FUTUROS


 La tripulación de la C57D es, en inicio, una formación de regios hombres que acuden a una misión de exploración al planeta Altair IV para encontrarse con los miembros de la Belerofonte, una nave aterrizada allí 20 años atrás. Pero a su llegada, al cocinero solo le interesa aprovisionar la nave de todo el alcohol que pueda para meterse entre pecho y espalda cuantas más curdas mejor. Y los jefes de la tripulación, el Capitán Adams, el teniente y el médico, entran en una competición por ganarse los afectos de Altaira, la hija del Dr. Morbius, los dos únicos habitantes que restan de la Belerofonte. Y aunque no lo parece en un principio, dichos comportamientos poco decorosos tienen una extraña razón de ser en Planeta Prohibido [Fred M. Wilcox, 1956]: al margen de ser un retrato de lo que eran los estándares sociales en la década de los 50 bajo una disfrazada clave futurista, tanto la tripulación como Morbius y hasta la propia Altaira en cierto momento de la película sucumben a sus instintos más básicos y primarios. Algo que cobra todo su sentido cuando Morbius le narra a Adams y al Dr. Ostrow la historia de los Krell, extinta raza de avanzadísimos recursos tecnológicos pero que milenios atrás fue autodestruida debido a una máquina diseñada para la creación y proyección de materia por el mero pensamiento consciente (pero que también permitía dar salida al subconsciente; la raíz del problema). Y es que toda su trama, de formas muy sutiles, gira entorno a un mismo tema de manera recurrente: el deseo. De la afición del cocinero por el alcohol, al interés de Adams por Altaira, el sistemático desprecio de Edward Morbius por Adams y los que considera invasores de su hogar o los Krell y su fallido intento de ser dioses sin estar preparados para tal cargo, si algo queda latente y patente en la película es que no hay forma de librarse de los bajos y malos instintos del subconsciente. Ni siquiera en los más lejanos futuros.

 Nº De Serie: NC/TCM/00674. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 28 de septiembre de 2017.

 Valora el artículo

No hay comentarios:

Publicar un comentario