YOKAI Y YUREI (¿LO QUÉEEE?)
Larga melena negra despeinada y
algo alborotada, piel blanquecina como si fuese de tiza, ojos desorbitados
enrojecidos y malas intenciones es lo que en la última década del siglo XX y
primera del XXI aterrorizó a medio mundo en películas como Ringu. El Círculo
[Hideo Nakata, 1998] o Ju-On (La Maldición) [Takashi Shimizu, 2000]. Y es que
los yurei, almas en pena femeninas vestidas con el típico sudario blanco,
similares a la figura occidental de la típica dama blanca que deambula por
castillos, no son si no una mínima parte del enorme panteón de figuras
sobrenaturales que pueblan las mitologías orientales como funayurei (fantasmas
de los muertos en el mar), onryo (espíritus vengativos que vuelven del
purgatorio) o los goryo (espíritus de aristócratas de clase alta que fueron
martirizados). Pero todo eso (y más tipos de “yurei” que rondan por ahí) se
queda en nada cuando la cosa sube de tono y toca lidiar con todo un señor yokai
como mandan los cánones. A diferencia del yurei {vocablo que se traduce por
“pálido” o “mortecino”}, el yokai {“fantasma” o “aparición”} engloba a todo lo
no-humano, de monstruos a demonios, proporcionando así un elemento extra de
terror por su naturaleza espiritual. Retratados a veces con una simpleza
aberrante como Siete Deseos [John R. Leonetti, 2017] por un cine occidental que
demuestra tener poco o nulo conocimiento o estudio sobre ellos tal que El
Bosque de Suicidios [Jason Zada, 2016] y tantas otras, la mitología oriental
(china, japonesa, tailandesa, camboyana, vietnamita, etc.) no solo posee una de
las variedades más ricas del mundo en cuanto a seres y a criaturas espectrales,
si no que también cuenta con la cualidad de que solo los propios orientales
pueden recrearlos en todo su horror, ya se trate de The Eye [Danny y Oxide Pang,
2002] o Una Historia China de Fantasmas [Siu-Tung Ching, 1987/1990/1991]. Es lo
que tiene caer en simplezas occidentales.
Nº De Serie: NC/TCM/00602. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Martes, 25 de julio de 2017.
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