“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Una Apuesta Imposible

UNA APUESTA IMPOSIBLE


 Corría principios de los años 40 cuando dos hombres hicieron una apuesta en principio imposible. Que uno de ellos podría crear una gran película partiendo de la peor novela del otro. Y ese otro, llamado Ernest Hemingway, eligió para la ocasión la historia de un buen hombre que se gana la vida como marinero y que, para sustentar a su familia, acaba metido en el negocio del contrabando entre Florida y Cuba, en los años de La Gran Depresión, llevando de alcohol a tabaco hasta inmigrantes ilegales y revolucionarios cubanos. Una novela con no pocas menciones sobre las diferencias entre las clases sociales de la época y cuyo título alude en no pocas ocasiones a lo que distancia a ricos de pobres en todo momento (a nivel económico y material, obviamente). Pero Howard Hawks, listo e inteligente como pocos, decidió cambiar cuanto hiciese falta de la novela para ganar la apuesta que había realizado, entre otras cosas la época y el lugar en los se sitúa la acción de la novela, centrando su escenario en la caribeña isla de Martinica durante el dictatorial régimen de Vichy en los inicios de la Segunda Guerra Mundial, y poniendo en sus personajes en una etapa de sus vidas previa a la que Hemingway escribía en la novela. Y contra todo pronóstico, la estrategia no solo le salió redonda, si no que además tuvo unas consecuencias que ni siquiera el propio director podía haber anticipado. Porque Tener y no Tener [Hawks, 1944] no solo fue un gran éxito de público y de taquilla, si no que lanzó a la eternidad algunas frases inolvidables («Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿no?. Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y yo acudiré a tu llamada»)...y a Humphrey Bogart le llevó a conocer a sus 45 años a una Lauren Bacall de solo 19, que luego sería su cuarta y última esposa y con quien tendría a sus dos únicos hijos. Y es que cuando se hacen apuestas imposibles, los resultados también son inesperadamente imposibles.

 Nº De Serie: NC/TCM/00651. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 7 de septiembre de 2017.

 Valora el artículo

No hay comentarios:

Publicar un comentario