El Mal Virtuoso

EL MAL VIRTUOSO

 En una época en la que la fe y la devoción católica estaban presentes incluso a la hora de ponerse a comer, Harry Powell aparenta ser un hombre de Dios y un predicador que lleva el Evangelio para dar consuelo y paz de espíritu a las masas. Pero detrás de esa apariencia de virtud y de bondad reside el corazón de un asesino que mata a viudas acaudaladas para quedarse con su dinero, en un reguero de muertes que salpica el sur de Estados Unidos, en plena América Profunda, en la era de la Gran Depresión. Y provisto de una lengua viperina y extraordinariamente afilada para embaucar a los poco ilustrados aldeanos y de un encanto propio de un dandy, Robert Mitchum hizo con justa razón una de sus interpretaciones más hirientes y rabiosas, metido en la piel de un ser deleznable y horrendo que disfruta con la tortura psicológica dominado a si mismo por una férrea intolerancia, en su obsesión con el pecado y el vicio. La Noche del Cazador [Charles Laughton, 1955], entre otras virtudes como su uso del expresionismo alemán estilo Nosferatu [Friedrich Wilhelm Murnau, 1922], tiene la de mostrar el mal no en la piel y los zapatos de un gangster o de un importante atracador de bancos claramente trastornado, si no en la forma de un hombre muy inteligente y de buenas maneras que bajo esa mascarada hay un ser más oscuro que la ropa que siempre lleva, cuyo negro corazón no tiene reparos en amenazar la vidas de dos niños e incluso asesinar a su madre para conseguir los 10.000 dólares (±145.000 a efectos de 2017) que su marido robó y escondió en un intento de mejorar la vida de él y su familia. Y gracias a esa descarnada manera de exponer negro sobre blanco las hipocresías de una era (Willa, empujada por sus amigas a buscarse marido, empujándola sin querer a su muerte), el cine alumbró a un villano demoledor: a un mal que se oculta a plena luz del día, disfrazado de un hombre corriente y virtuoso.

 Nº De Serie: NC/TCM/00649. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Martes, 5 de septiembre de 2017.

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